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Navidad

15 preguntas sobre la Navidad

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Category : Teología

La Navidad, ha venido a ser una de las celebraciones más difundidas en todo el mundo y una de las que más ha trascendido en la historia, a pesar de las grandes oposiciones y críticas que ha tenido que soportar. Para quienes la celebran esta tiene un carácter apasionante lleno de alegrías y júbilo, esta festividad les recuerda el nacimiento de Jesús y para ello son destinados los adornos, regalos, cenas especiales, oraciones de acción de gracias y todo un ambiente familiar que caracteriza a los hogares en esta fiesta navideña.

No faltan las tradiciones y las leyendas en torno a esta celebración como son los regalos de los reyes magos, el tradicional Santa Claus, el árbol de navidad y sus luces y adornos, los regalos en su base, tampoco faltan los que se oponen a esta celebración alegando que tiene un origen pagano y rechazan todo al establecer su relación con la adoración de dioses como Mitra, Júpiter, Tammuz, el Sol Invicto de los romanos, Adonis, Osiris entre otros tantos.

Entre la diversidad de opiniones y todo lo que rodea el evento de la Navidad se encuentran elementos astronómicos, históricos, teológicos, y culturales que nos pueden ayudar a entender el por qué es la Navidad algo tan especial que ha trascendido hasta nuestros tiempos y augura permanecer aun por mucho más.

En esta investigación usted va a descubrir elementos que le pueden chocar con sus conceptos tradicionales de la Navidad o va a ver que algunas ideas que ha aceptado en contra de esta celebración no son como usted las había concebido. Le invitamos a que despojado de prejuicios o de fanatismo ciego a favor o en contra de la Navidad, usted pueda hacer un análisis consiente de todos los elementos que de una forma u otra han colaborado para que la Navidad sea tan aceptada y difundida en el mundo entero.

Para comprender la relación que existe entre la fecha aceptada por el cristianismo como celebración del nacimiento de Jesús y la coincidencia con la celebración a otras divinidades paganas es necesario que comencemos remontándonos a las culturas antiguas que tenían sus celebraciones asociadas a la astronomía con sus respectivos calendarios solares, veremos también la celebración de otras divinidades, la necesidad del cristianismo de defender sus posiciones frente a las posibles dataciones erróneas entorno a Jesús, las influencias de prácticas de otras culturas asimiladas por el cristianismo,  así como las tradiciones asociadas a esta celebración  y su actual estado dentro del mundo moderno. Basaremos también esta investigación en datos aportados por la arqueología y las tradiciones judías, así como la tradición de los cristianos de los primeros siglos. 

Le invitamos a que pueda seguir todos los detalles que en forma concreta les ofrecemos y a la vez pueda ir haciendo una valoración de cuánto hemos ignorado y cuanto hemos añadido al evento de la navidad.


Preguntas:

¿Existe relación entre la astronomía y la fecha de la Navidad?
¿Qué significa la Navidad?
¿Por qué es la Navidad celebrada en diciembre?
¿Cuáles razones causan la adopción del 25 de diciembre como fecha de la Navidad?
¿Es correcta la representación del nacimiento en un establo de Belén?
¿Existió algún tipo de prohibición de la celebración de la Navidad?
¿Hay otras fiestas no cristianas el 25 de diciembre?
¿Cómo se calcula el aproximado de la fecha de Navidad según los Evangelios?
¿De dónde surgen algunas tradiciones y personajes relacionados con la Navidad?
¿Dónde tiene origen la tradición del uso del arbolito de la Navidad?
¿Qué significado tiene la estrella de la Navidad?
¿Quiénes eran los Reyes Magos?
¿Existen otras tradiciones en torno a la Navidad?
¿Cuál es la tendencia actual del significado de la Navidad?
¿Debemos celebrar o no la Navidad?


Material Completo en PDF


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Fundamentalismo o Conservadurismo

¿Fundamentalismo o Conservadurismo? Una perspectiva evangélica cubana.

En el primer momento, cuando analicé la posibilidad de escribir este artículo, quise titularlo: “Liberalismo protestante”, debido a que, la tendencia de definir (muchas veces de manera peyorativa) a grupos evangélicos con los términos de “fundamentalistas” o “conservadores”, viene precisamente de aquellos individuos que representan intelectual o religiosamente a teologías de corte liberal. Pero como el sentido de este artículo es más bien aclarar y no confundir, no quise dejar todo el espacio al fenómeno “protestante liberal”. De manera que, centraré mayormente mi atención en algunas de las causas que dieron origen a las definiciones de “Conservadurismo” y “Fundamentalismo” en el ámbito religioso protestante, y así dar posibles respuestas a la interrogante principal.

El trasfondo de este análisis se deduce por los últimos acontecimientos, a raíz de la aparición por los medios de comunicación nacionales e internacionales autorizados (como TeleSur y RusiaToday), de entrevistas y programas documentales relacionados con la fe cristiana, la Biblia, etc.; por supuesto, de impacto en la opinión pública cubana de línea protestante-evangélica.

  1. Fundamentalismo evangélico.

Primero, definamos en síntesis qué es el Fundamentalismo, y después qué es el Conservadurismo. Ambos, desde el punto de vista social, son parte de movimientos que se han manifestado en el campo religioso, cultural y político, y de una manera u otra (malintencionada o no), los han relacionado. Pero lo que nos interesa aquí, es como lo podemos percibir desde el punto de vista evangélico, por causa de la confusión que ha generado recientemente. En el caso del llamado “Fundamentalismo evangélico”, tiene su origen a finales del siglo XIX en los Estados Unidos, como reacción al liberalismo teológico y a la llamada escuela de la Alta Crítica alemana. Hagamos una parada para explicar brevemente que esta tendencia de línea liberal-teológica, chocó con los conceptos tradicionales del cristianismo, debido a que, se caracterizó por nutrirse excesivamente de la Ilustración y toma de ella la confianza en la razón humana, el progreso científico, posteriormente el evolucionismo, y abrazó e incorporó las herramientas del criticismo histórico; moldeó de una manera u otra, hasta el día de hoy, el paisaje teológico del cristianismo europeo. Algunos de sus máximos exponentes históricos: David Friedrich Strauss, Albert Schweitzer, Pierre Teilhard de Chardin, Paul Tillich, Hans Küng, por solo citar unos pocos. Por supuesto, esta corriente teológica, afectó la percepción tradicional acerca de la Cristología, del texto bíblico como Palabra de Dios, la moral cristiana, y fue caldo de cultivo para otras teologías como la llamada “Teología Latinoamericana de la Liberación”, que abrazó lecturas marxistas de la sociedad. Pero volvamos a los que nos interesa. El Fundamentalismo evangélico, fue un término que se le acuñó originalmente a iglesias y grupos evangélicos, que reaccionaron precisamente a este movimiento liberal que se venía gestando desde el siglo XIX. Por ejemplo, este liberalismo cuestionó la historicidad de Cristo, como lo relatan los evangelios, haciendo una separación entre lo histórico y lo teológico; cuestionó la historicidad de los eventos de la Creación, el Diluvio Universal, lo patriarcas, el Éxodo, los milagros de Jesús, etc. Como reacción a estos postulados, renació un movimiento (que los propios liberales definieron como “fundamentalista”) que honró la Palabra de Dios y defendió la teología cristiana fundamental. Este movimiento consolidó las bases bíblicas e históricas del cristianismo, y generó intelectuales, predicadores, exponentes, instituciones, desde los más moderados, hasta los más radicales. Desde este marco histórico, surge el moderno movimiento pentecostal y carismático, que jugará un papel decisivo en el cristianismo mundial.

A medida que, fue desarrollándose los eventos que marcaron profundamente el siglo XX, como las dos guerras mundiales, el holocausto judío, las revoluciones sociales, entre otros, las consecuencias para la teología liberal fueron desastrosas. En gran medida, porque por sus presupuestos apegados a la idea del progreso y optimismo de la humanidad, se reflejaron materialistamente como insostenibles. También, la crítica desde otras corrientes teológicas, como la Teología Dialéctica de Karl Barth (1986-1968), fue decisiva. Por otra parte, generaciones de pastores y laicos formados en instituciones teológicas europeas, influenciadas por el liberalismo teológico, ha derivado en un declive constante del protestantismo histórico en Europa occidental. Es interesante la declaración al respecto del teólogo y ministro escocés David Robertson (1962), que expuso en un importante evento eclesiástico en el 2015 en su país, que: “la teología liberal está matando a las iglesias en Europa. Es un suicidio espiritual. El mayor problema es que algunas iglesias protestantes se están alejando de la opinión de que la Biblia es la Palabra de Dios”. La producción literaria de los exponentes liberales (salvo algunas excepciones), y sus seminarios más representativos, (en el caso cubano: el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, y el Instituto Superior de Ciencias de la Religión de La Habana) han tenido tan poco impacto en la iglesia cristiana, en gran medida, porque han desarrollado una formación teológica, para una iglesia prácticamente inexistente. Más recientemente, su vinculación a movimientos sociales de ultraizquierda y progresistas, sus apuestas por el liberalismo sexual, matrimonio igualitario, pro-aborto, los movimientos LGBTIQ+, y por cuanta idea que dinamite las bases judeocristianas de la civilización occidental. Reflejan con claridad el relativismo y la falta de fundamento de sus propuestas. Ridículamente, intentan manipular su autenticidad histórica, enarbolando banderas de justicia social, derechos humanos, e igualdad racial, como si estos fueran su patrimonio y propiedad exclusiva. Lamentablemente, han catapultado al movimiento ecuménico a un vacío histórico, al cambiar su visión. Por eso, quienes no comulgamos con estos estándares liberales, automáticamente, somos etiquetados despectivamente como “fundamentalistas”, por parte de los liberales más radicales. En el mapa del protestantismo evangélico latinoamericano, estos grupos son casi imperceptibles, salvo por su activismo político y capitulación ante sistemas políticos de tendencia ultraizquierdista. De ahí que, podemos avanzar hacia la otra definición.

  • Conservadurismo evangélico.

El movimiento conservador en el mundo evangélico, necesariamente no tiene sus orígenes en el llamado “fundamentalismo norteamericano”, aunque es indiscutible su relación histórica. El Conservadurismo es el sector que defiende los valores bíblicos, históricos, tradicionales, doctrinales, de la familia y de la sociedad. Ser conservador es apegarse a los fundamentos centrales de la fe cristiana, es proponer modelos de vida de acuerdo a la cosmovisión bíblica. Es desarrollar una hermenéutica Cristo-céntrica de la Palabra de Dios, es, en otras palabras, no ceder ante el liberalismo teológico. La teología conservadora evangélica constituye la reflexión teológica cuyo objetivo es glorificar a Dios, proclamar su Palabra, defender la vida desde la concepción y el diseño original de la familia. Es tener sentido de la importancia de la evangelización, de la necesidad de hacer discípulos convertidos. Es fomentar una educación cristiana de valores bíblicos tradicionales. Es ser voz profética ante el mundo, y no comulgar con intereses antibíblicos. Ser conservador, también es, respetar y amar a quien piensa diferente, es mostrar el amor de Dios a todos sin excepción. Es amar al pecador, aunque no al pecado. Es enseñar y no imponer, es edificar el bien y deshacer el mal. En otras palabras, defender la dignidad del ser humano de acuerdo a los principios eternos de la Palabra de Dios. El Conservadurismo es parte esencial del cristianismo evangélico, es la conexión histórica con el pensamiento protestante histórico antiguo, y a su vez, con el cristianismo primitivo. Somos descendientes espirituales, de grandes movimientos de Fe conservadores: Reformados, Calvinistas, Arminianos, Wesleyanos, Puritanos, Pietistas, en fin, una gran familia de protestantes y evangélicos, que marcaron profundamente a la civilización occidental. Incluso de aquellos que lucharon contra la opresión colonial, la esclavitud, y otras formas de opresión, como nuestros misioneros patriotas, Pedro Duarte, Alberto Díaz, Evaristo Collazo, Enrique Someillán y Aurelio Silvera. Porque un verdadero Conservador es, sobre todo, objetivo, es moderado, es patriota, y es equilibrado. Da el verdadero lugar a las ciencias, tanto humanas, como naturales, porque tener convicciones bíblicas e históricas no nos hace anticientíficos. En nuestras congregaciones, tenemos personas de todos los estratos sociales, de todos los niveles culturales, desde profesionales de todas las ciencias, hasta obreros, campesinos, y amas de casa.

  • ¿Fundamentalistas o Conservadores?

Dejemos claro que, cada individuo es libre de adoptar las ideas que estime conveniente, y asociarse con instituciones u organizaciones de su preferencia, siempre y cuando sea dentro del marco del respeto ajeno, y la responsabilidad democrática. Con este artículo no pretendemos posicionarnos radicalmente, ni marcar una actitud sectaria, sino más bien comprender nuestro trasfondo conservador, y expresar nuestro derecho legítimo a serlo. Si vamos al significado de Fundamentalistas, es una expresión de radicalismo extremo que, sobre todo, se da en una parte del mundo islámico y que ha provocado tanto daño, división, y destrucción en algunas de sus sociedades.  El fundamentalismo en el ámbito evangélico es un término que implica varios aspectos, de manera que, debemos tener cuidado de confundirnos como fundamentalistas, porque históricamente no lo somos, y este término ha evolucionado recientemente. Defiendo el criterio que la inmensa mayoría de los evangélicos cubanos no somos de corte liberal, sino más bien conservadores, no somos fundamentalistas, sino fundamentales. Hay movimientos de corte radical, que existen en todos los espectros ideológicos; desde grupos apoyados en lecturas manipuladas de la Biblia, hasta aquellos que ridiculizan la tradición cristina. Porque el fundamentalista no dialoga, impone.  Los liberales radicales, al no tener recursos objetivos para defender sus posiciones, acuden al subjetivismo, y desarrollan también tendencias fundamentalistas. Cuando llegan a esta etapa, son peligrosos, porque se sienten con las facultades legales para agredir a quienes no responden a su propia desviación teológica-moral.

  • Valoraciones finales.

Esta temática tiene, sin duda, muchas aristas y merece más atención por parte de teólogos y especialistas en el campo evangélico conservador cubano, especialmente en el metodista. Con este artículo solo abordamos aspectos muy generales, y contextuales a nuestra realidad. Tenemos que analizar el fenómeno actual de confrontación, desde miradas teológicas, políticas (no partidista), sociológicas, y filosóficas. También, evaluar aspectos del Iglecrecimiento, ampliamente reconocidos en el contexto cubano y latinoamericano, y muy utilizado por parte de teólogos de corte liberal para hablar del supuesto “peligro” que representa este avance. La dinámica social del protestantismo evangélico, y su impacto en la región, debemos de analizarlo con mirada crítica. Debemos también, profundizar en los Estudios Bíblicos, y en seguir facilitando herramientas para la hermenéutica bíblica, ya que esta es, junto a la oración, la mediación fundamental entre el creyente y el texto bíblico.

Los aportes del movimiento wesleyano, a la teología cristiana conservadora, y su impacto en la sociedad, son parte de los recursos a nuestro alcance, para continuar profundizando en nuestra misión. El trabajo del Rev. Enoel Gutiérrez, en su libro La ideología de Género y su impacto. Una respuesta bíblica desde la Teología Wesleyana, es un ejemplo de cuanto podemos hacer en el ámbito académico e intelectual. También, los trabajos académicos de otros autores evangélicos, debemos ponerlos a disposición del público para visibilizar las riquezas de nuestro pensamiento conservador. La unidad de una gran parte de los evangélicos cubanos, a través del proyecto de la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas (AIEC) es otro factor importante que, sin duda, incorporará a otros actores evangélicos en el futuro, por ser una iniciativa que traerá enormes beneficios a nuestras comunidades cristianas.


Vice-Rector. Rigoberto Figueroa Yero. Máster en Teología.
Vice-Rector.
Rigoberto Figueroa Yero.
Máster en Teología.


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pentecostes

Pentecostés no es solo recibir, es también dar.

Category : Teología

Cuando escuchamos la palabra pentecostés enseguida viene a nuestras mentes la venida del Espíritu Santo y recibir su llenura o bautismo. Todo lo resumimos en un tiempo para recibir, recibir y recibir. Resulta mundialmente extraño y fuera de lo común que los cristianos no estemos congregados celebrando en la fiesta de Pentecostés y ministrando su presencia este domingo 31 de Mayo del 2020.
La tradición judía de la celebración de pentecostés permitía que judíos de todas las naciones cercanas coincidieran en Jerusalén en esa fiesta. Trayendo ofrendas y compartiendo juntos a sus familias y amistades la adoración a Dios que tanto habían anhelado durante todo un año de cosechas.
La celebración del día de pentecostés que tuvo lugar 50 días después de la crucifixión de Jesús marcó una diferencia, a partir de ese momento el pentecostés es símbolo del derramamiento del Espíritu Santo en la iglesia. Cada año los cristianos continuaron recordando esta fecha, pero ahora con la connotación especial de que el centro de esta celebración es Jesús quien envió a su Espíritu Santo para que nos ayudara en nuestro ministerio. Hechos 1:4-5 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Hechos 1:7-8 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Si tomamos como punto central el derramamiento del Espíritu y el hecho de ser llenos de su presencia, esto crea en nosotros una mentalidad de consumidores de los dones espirituales, pero estamos en momentos en los cuales es más bienaventurado dar que recibir. Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Vemos que muchos años después aún resultaba especial este día para la iglesia. El apóstol Pablo en su segundo viaje misionero entre los años 49-52. Le escribe a la Iglesia de Corinto que en la fecha de Pentecostés estaría en Éfeso. 1 Corintios 16:8 ¨Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés.¨ Años después en su tercer viaje misionero Pablo tiene prisa por llegar a Jerusalén en la fecha de Pentecostés para aprovechar la ocasión y llevar ofrendas provenientes de las iglesias distantes a la iglesia de Jerusalén que pasaba por grandes necesidades. Hechos 20:16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Efeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén. Para Él esa fecha era especial para llegar con la ofrenda para la iglesia.
En el tercer viaje de Pablo también trata este asunto, en Romanos 15:25-28 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.
Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España. En ocasión de este tercer viaje también reconoce la generosidad de las iglesias de Macedonia que daban una ofrenda para ser enviada a la iglesia de Jerusalén. 2 Corintios 8:13-15 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que, en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
Ahora nos estamos preguntando. ¿Qué vamos a hacer en este Pentecostés si no podemos ir a la iglesia y celebrar? Considero que la respuesta podemos encontrarla alrededor nuestro. Estamos rodeados de personas necesitadas tanto en lo material como en lo espiritual. Hoy una pandemia mantiene al mundo en aislamiento. ¿Qué es lo que este mundo necesita? Un pentecostés de amor, compasión, generosidad, de compartir el pan y las oraciones. Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. ¿Crees que puedes hacer de esto tu pentecostés?
Entonces podrás repetir la experiencia: Hechos 2.1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.


Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E
Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E

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John Wesley

Un acontecimiento que cambió la historia

Durante estos días que vive la humanidad y, por supuesto, también nuestra nación, vale la pena recordar que Dios sigue siendo el mismo, por más adversas que sean las circunstancias. Porque en la historia siempre surgen nuevos desafíos. Por diversas razones, tenemos la tendencia de pensar, que no tenemos ni las capacidades ni las cualidades suficientes para lidiar con situaciones nuevas o complejas; de manera que, te invito a que hagamos algo muy inspirador y provechoso con este artículo, y es analizar la experiencia que cambió la vida de uno de los grandes personajes de la historia de la iglesia, el fundador del movimiento metodista: John Wesley. Personaje que, como en la mayoría de los casos, fue llamado en medio de una situación crítica y compleja; motivo suficiente para que el Señor lo usara con el propósito de impactar no solo a un grupo determinado de personas, sino a toda una sociedad. Precisamente, reflexionaremos sobre el impacto de un hecho acontecido el 24 de mayo de 1738, que cambió la historia de la iglesia, y el destino de toda una nación. Acontecimiento, que puede impulsarnos a meditar como cristianos en la Cuba de hoy, en el mundo actual. Conocido popularmente como “la experiencia del corazón ardiente”; este hecho ocurrió en la calle londinense de Aldersgate, donde radicó una modesta capilla en el siglo XVIII. Sin embargo, la fama de este sitio se extendió por toda la historia a causa del movimiento que generó.

Veamos como Wesley reflejó en su diario lo acontecido el 24 de mayo de 1738:

«Como a las 5 de la mañana abrí mi Nuevo Testamento y encontré estas palabras: ‘Nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina» (2 Pedro 1:4). Al salir de mi cuarto me fijé en lo siguiente: ‘No estás lejos del Reino de Dios». Aquella tarde me invitaron a ir a la catedral de San Pablo, y la antífona era: ‘De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo… Espere Israel a Jehová, porque en Él hay misericordia…»  Por la noche fui, casi a pesar mío, a una pequeña reunión en la calle de Aldersgate, donde oí la lectura del Prólogo de Lutero a la Epístola de San Pablo a los Romanos. Como a las nueve menos cuarto, mientras escuchaba la descripción que Lutero hace del cambio que Dios obra en el corazón por la fe en Cristo, sentí arder mi corazón de una manera extraña. Sentí que confiaba en Cristo, y en Cristo solamente, para mi salvación; recibí la seguridad de que Dios había borrado mis pecados y que me salvaba a mí de la ley del pecado y de la muerte. Me puse entonces a orar con todas mis fuerzas por aquellos que más me había perseguido y ultrajado. Después di testimonio público, ante todos los asistentes, de lo que sentía por primera vez en mi corazón.”

Juan Wesley desde ese día fue otro, cuando caminaba era otro, cuando oraba era otro, cuando predicaba era otro, cuando ministraba era otro. NO ERA MÁS QUE UN HOMBRE DIRIGIDO POR EL ESPÍRITU SANTO. No obstante, esta experiencia en Aldersgate, fue el resultado de años de peregrinaje de Wesley en su lucha por vivir el cristianismo genuino. Antes, cada vez que se planteaba un nuevo reto, este iba acompañado de la sombra de la decepción y la duda. Por ejemplo, siete años después de haber sido ordenado como sacerdote de la Iglesia de Inglaterra (anglicana), el 14 de octubre de 1736 se embarcó para Georgia, con el objetivo de predicarle a los indios americanos. En aquel viaje tuvo la oportunidad de conocer a los cristianos moravos, grupo de creyentes que llamó mucho la atención al propio Wesley, por la fe tan sencilla, y a la vez tan alegre que vivían el evangelio. Algunas experiencias junto a estos cristianos de fe tan ferviente, conjuntamente con el fracaso de su misión en Georgia, lo hicieron regresar frustrado a su país; lo primero porque se cuestionó si verdaderamente era cristiano, y lo segundo como él mismo dijo: “Fui a América a convertir a los indios, y quién me convierte a mí”.

Volviendo a la importancia de la experiencia en Aldersgate. El escritor y teólogo metodista Ted Runyon registró la siguiente frase en su libro “La Nueva Creación. La teología de Juan Wesley para hoy”:

Wesley ha sido ampliamente acreditado como el primero en incorporar explícitamente desde su perspectiva teológica la dimensión experimental de la fe cristiana. Sin embargo, en nuestro tiempo cualquier apelación a la experiencia religiosa hace que les den escalofríos a muchos teólogos.

En su diario refleja la búsqueda de esta experiencia, y posterior a Aldersgate, enseñó la importancia de la fe viva y genuina en Dios.Se dio cuenta que no es suficiente con tener las doctrinas correctas, como él las sostenía. También las prácticas correctas no son suficientes, porque él también las practicaba. Se dio cuenta que la vida cristiana es una experiencia desde adentro, que transforma el corazón y lo hace brotar y germinar hacia afuera. De manera que, una de las características del avivamiento metodista del siglo XVIII, era el fervor, la pasión, el entusiasmo de aquellos hombres y mujeres que sacudió y barrió a toda una nación. Sus efectos en la nación inglesa lo veremos a continuación, pero antes recordemos que un encuentro con Dios cambia la vida de una persona. Como en Pentecostés, de acuerdo al libro de los Hechos, el derramamiento del Espíritu Santo operó un cambio en la vida de los apóstoles y discípulos. Posterior a ello, el apóstol Pedro se levantó y dio una poderosa predicación y rápidamente se unieron los primeros convertidos. Ese fuego denota la presencia purificadora de Dios, que consume los elementos indeseables de nuestras vidas, encendiendo en nuestros corazones la llama que inflame la vida de otros. Eso fue lo que ocurrió con Wesley, eso es lo que necesitamos para nuestro tiempo.

Por supuesto, la oposición siempre estuvo. A raíz de su nueva línea de predicación bíblica, los púlpitos de la iglesia de Inglaterra le fueron cerrados a Wesley, en consecuencia, dijo una frase, que resume todo el impulso del nuevo movimiento fundado por él: “El mundo es mi rebaño

De ahí que Wesley se preocupó por la situación de los pobres, de los desamparados. El movimiento metodista creció a partir de los mineros (obreros que eran de escasos recursos), y se extendió entre los pobres. Wesley predicaba a las multitudes donde fuera necesario, y Dios confirmaba con señales y maravillas al estilo bíblico. Organizó a sus seguidores en sociedades, con el fin de que crecieran y vivieran una vida cristiana en santidad. Instituyó capillas, escuelas, centros médicos, etc. Ayudó con la creación de fondos para dar créditos a los pequeños negocios. La educación fue otro de los pilares fundamentales, además de la venta (a precios muy bajos) de literatura cristiana, que desarrolló hábitos de lectura en grandes sectores de la población inglesa. Todo esto acompañado de un gran avivamiento espiritual.

La mayoría de los historiadores coinciden en declarar que, la llegada del movimiento metodista salvó a Inglaterra de una revolución sangrienta como la ocurrida en Francia en 1789. Si tenemos en cuenta que, la población de Inglaterra en la época de Wesley era de unos cinco a ocho millones; casi el diez por ciento vivía en Londres, la gran mayoría en severas condiciones. La vida en las ciudades y aldeas era precaria, especialmente para los pobres, que eran numerosos. No había seguridad en los empleos. La vivienda era mayormente inadecuada y muy costosa. El agua era escaza. El alcohol, la violencia, la prostitución y el juego “ayudaban” a mucha gente a lidiar con la desesperación y el abandono. Los ricos eran pocos en número, pero extremadamente poderosos. Los comerciantes y las familias arrojaban toda la suciedad a las calles y los ríos, donde el olor a podrido era insoportable. En esa época, nominalmente la gran mayoría de los ingleses eran “cristianos”. Sin embargo, la sociedad reflejaba todo lo contrario, ya que los valores morales y éticos estaban desapareciendo. Como el concepto de salvación para Wesley era algo integral, o sea una obra completa, él creía que la conversión también era la transformación del entorno del individuo, además de su crecimiento personal. De ahí que, el cambio es desde adentro, pero también hacia afuera, el contexto del nuevo creyente también debe ser afectado.

Como pudimos ver, una experiencia profunda con el Señor cambió la vida de Wesley para siempre, y esta a su vez, afectó la vida espiritual y social de toda una nación. El avivamiento wesleyano en la Inglaterra del siglo XVIII, generó un movimiento que continua hasta la actualidad. Hoy en día las corrientes y denominaciones evangélicas que se consideran herederos espirituales y doctrinales de Wesley, agrupan a más de 600 millones de miembros a nivel mundial, y están presente en todos los continentes. Pero como en toda historia, existe una causa, que es importante siempre recordar y analizar. Todos los avivamientos que han ocurrido a través de la historia, han tenido un denominador común: la Fe genuina; y es desde allí donde siempre debemos actuar. Sin duda, la experiencia en Aldersgate nos puede aportar una nueva perspectiva.

Vicerrector: Lic. Rigoberto Figueroa Y


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Resurrección

La resurrección de Jesús

Texto: Lucas 24:1 -7
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
Hasta el día antes de la resurrección pareciera que había llegado el fin de los seguidores de Jesús, un posible intento más, fallido como muchos ya había acontecido con anterioridad.
Los enemigos de Jesús celebraban la victoria de haber por fin eliminado al nazareno que los confrontaba. Las autoridades militares habían terminado con unos días de revueltas y disputas religiosas entre los judíos. Los pecadores que habían sido puestos en evidencia ahora estaban libres de aquella mirada acusadora.
Los discípulos algunos temerosos de correr igual suerte que Jesús se ocultaban lo mejor posible. Otros angustiados por el dolor y la pesadumbre no encontraban consuelo en ningún lugar. Unos deciden volver a pescar para distraerse u olvidar las penas y el luto.
La madre de Jesús y sus amigas ya convencidas de que nada más podían hacer, vienen cargando los ungüentos para preparar el cuerpo para una honrosa sepultura, ya que la prisa del día anterior y por causa del día de reposo no habían podido hacer nada al respecto.
Todo parece ser un día normal hasta que en ese amanecer del domingo cuando salen los primeros rayos del sol, las mujeres que se acercan a la tumba que debía contener el cuerpo de Jesús, descubren que esta se encuentra abierta y no ven ni rastros del que consideraban muerto.
Entonces son confrontadas en medio de su confusión por seres espirituales que le dicen:
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
Ese fue el inicio de un nuevo amanecer, un día que pasa del luto a la fe, a la esperanza, al gozo, a la vida. A partir de ahí cobraron fuerzas los discípulos y fueron a testificar del poder de Dios a todas las naciones, hasta llegar a nosotros en la actualidad.
Hoy el mundo se encuentra en medio de una crisis sanitaria que ha impactado a cerca de dos millones de personas, otros 112 000 han muerto, y el resto está en angustia y ansiedad sin ninguna garantía de poder evitar esta pandemia.
La muerte parece ganar terreno cada día, ya muchos se han resignado a esperar que les visite la muerte, otros no tienen a quien acudir, y ni la ciencia ni la religión pueden ofrecer garantías.
Solo queda un lugar donde mirar, no es entre los muertos, sino al que vive. ¡Jesús vive!
Nuestra esperanza está en un cristo Vivo. Venció al pecado. Venció a la muerte.
Aunque todo parezca perdido, aún hay esperanzas en Jesús. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
Juan 11:25-26 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque
esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.

¿Crees esto?


Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E
Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E

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Viernes Santo 2020

Las palabras de Jesús en la cruz.

Category : Teología

Tradicionalmente el viernes cuando la cristiandad recuerda la crucifixión de Jesús, se repiten en uno o varios sermones las conocidas 7 palabras de Jesús en la cruz.
En realidad, no son siete palabras, sino siete locuciones o expresiones en sus últimas horas de agonía en el martirio.
El conjunto de estas 7 expresiones aparece disperso en los diferentes evangelios, y el orden cronológico con el cual fueron dichas no se conoce con exactitud, ya que cada evangelista del Nuevo Testamento resalta aspectos diferentes. El orden que hoy tenemos es resultado de la tradición de la iglesia que así ha considerado que resultarían más lógicos y razonables.
1) «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.» (Lucas, 23: 34).
2) » De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.» (Lucas, 23: 43).
3) «Mujer, he ahí tu hijo. […] He ahí tu madre.» (Juan, 19: 26-27).
4) » Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? » (Mateo, 27: 46 y Marcos, 15: 34).
5) «Tengo sed.» (Juan, 19: 28).
6) «Consumado es.» (Juan, 19: 30).
7) «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.» (Lucas, 23: 46).
Es imposible para ningún humano, poder identificarse totalmente con el dolor y el sufrimiento que padeció Jesús en ese momento, pues entre el agonizante dolor físico causado por los azotes y la crucifixión, se suman el dolor de la traición, la burla, ver el sufrimiento de quienes le amaban, incluyendo su madre, y para más el peso del pecado de toda la humanidad siendo vencido por medio de su sangre derramada.
Aquí encontramos una muestra integral del amor de Jesús por toda la humanidad, quien, en los momentos de mayor dolor físico, no escatimó en dedicar sus últimas energías y suspiros para dejarnos un mensaje de amor y de esperanza.
Podemos resumir estos mensajes de la siguiente manera.
1. Perdón para todos incluyendo aquellos que consideramos que no lo merecen.
2. Esperanza para todo aquel que en él cree, aunque sea en los últimos minutos de
su vida.
3. Amparo para quienes pierden a un ser querido.
4. Expresión de dolor y de soledad en medio del sufrimiento y la inminente muerte.
5. Manifestación de su humanidad al expresar la sed.
6. Compromiso de cumplir con su deber, aunque en esto le fuera la vida.
7. Rendición y entrega total en las manos de Dios Padre.
Isaías 53:11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E
Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E

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Santa Cena

LA NUEVA PASCUA

Category : Teología

Texto: Lc 22:7-8, 14-20

El texto que acabamos de leer nos lleva a la institución de la Cena del Señor como sacramento de la iglesia cristiana. Los primeros versículos nos hablan de la celebración de la pascua. Esta era una fiesta que el pueblo judío celebraba anualmente. Jesús y sus discípulos, como buenos judíos, también se disponían a celebrarla. Pero en esta ocasión, algo diferente iba a suceder.

Hasta ese día, quienes se reunían a la mesa, compartían los elementos: carne de cordero, pan sin levadura y vino, agradeciendo a Dios por haber liberado a sus antepasados de la esclavitud en Egipto. Pero en esta ocasión, aquellos elementos toman una connotación diferente. Cuando Jesús parte el pan, les dice que ese es su cuerpo, que por ellos será dado. Cuando toma la copa de vino, les dice que esa es la copa del nuevo pacto en su sangre. Y les dice: “Haced esto en memoria de mí.”

Al día siguiente, Jesús es inmolado como el cordero de la pascua, derramando su sangre inocente para salvar a todos los pecadores. Por tanto, Jesús es la pascua. Por su sangre, ha establecido un nuevo pacto, que recordamos siempre que compartimos en comunión el pan y el vino.

Pero este acto de recordación implica mucho más, no es solo recibir el pan y el vino. Jesús nos deja instrucciones sobre algo que nosotros debemos hacer como parte activa en esta relación de pacto.

En el relato de Juan, en medio de la cena, Jesús lava los pies de sus discípulos para dejarles una enseñanza, con la intención de que aquel mensaje permanezca como una práctica en sus vidas. Él quiere que se demuestren el amor por medio del servicio los unos a los otros. Por eso es que, así como él habla de un nuevo pacto, en el evangelio de Juan, él habla de un nuevo mandamiento. Después de haber terminado de cenar, les dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Jn 13:35).

A la Santa Cena también se le conoce como la Comunión. La palabra griega que se emplea para comunión es koinonia, que significa también participación, hermandad, compartir, etc. El énfasis aquí es que la cena del Señor representa la unidad del cuerpo de Cristo. Cuando se establece un pacto no es solamente para recibir, sino que implica una entrega, un compromiso muto entre los participantes de dicho pacto. En otras palabras, en la cena del Señor, además de renovar mi pacto con Dios, estoy renovándolo con su pueblo. Al compartir el pan y el vino me estoy asociando con Dios por medio del sacrificio de Cristo, pero al mismo tiempo, todos estamos compartiendo su vida por fe, por tanto, estamos confirmando que somos parte del mismo cuerpo que es la iglesia de Cristo.

Este año, no podemos celebrar la comunión en la iglesia junto a nuestros hermanos y pastores, sin embargo, es una oportunidad especial que Dios nos está ofreciendo para celebrarla en familia. La primera pascua tuvo lugar en Egipto, en condiciones algo similares a las que hoy estamos viviendo. Cada familia debía permanecer en su hogar, compartiendo la cena que constaba de pan sin levadura, vino y la carne del cordero sacrificado, cuya sangre debía untarse en los marcos de las puertas como señal de que el ángel de la muerte no entraría a llevarse el primogénito de esa familia.

Hoy vivimos uno de los sucesos más trágicos en la historia del mundo moderno. Nuestra generación nunca había experimentado algo así. En estos momentos, muchos están tratando de encontrar una respuesta lógica para lo que está sucediendo y donde quiera en las redes salen médicos y otras personas dando recetas, consejos, remedios. Muchos otros están dando profecías, tratando de ofrecer una explicación a lo que se vive y cómo terminará todo. Pero la realidad es que nadie, en ningún lugar de este mundo, ha podido ofrecer una valoración precisa acerca de cómo saldremos de esta situación.

Pero tú y yo conocemos personalmente al Dios de los imposibles. No tenemos que rompernos la cabeza tratando de buscar una solución lógica, porque no la encontraremos. Nos toca estar quietos, cuidarnos y ver la salvación que Dios nos traerá.

Hoy nos encontramos como los discípulos, cuando, en medio de un ministerio de señales, prodigios, sanidades y milagros, de pronto, Jesús les anunció que iba a padecer y a morir. Pero no los dejó ahí. Les dijo algo que cambiaría el curso de la humanidad: iba a resucitar.

Ese es el mensaje que debemos recordar hoy. Sabemos que padeció, sufrió y murió, pero no quedó en la tumba, sino que resucitó victorioso. Eso es precisamente lo que celebramos cada año en semana santa. No es una celebración al sufrimiento y muerte de Jesús, sino todo lo contrario, un festejo por su victoria al dejar una cruz y una tumba vacía como símbolo de su victoria sobre todo plan del maligno y sobre toda lógica humana. Él es especialista en transformar las aparentes derrotas en grandes victorias, y en este caso, estamos recordando la mayor victoria de todas.

Este año, una manera de celebrarlo puede ser viviendo esa comunión que Jesús instituyó, de una manera activa en familia. La iglesia es una familia de familias, por tanto, donde quiera que haya una familia reunida, ahí está la iglesia de Cristo. Cuando compartimos y nos servimos en amor los unos por los otros, estamos viviendo esa comunión de la manera en que Jesús quiere que hagamos en memoria de él.

Estamos viviendo momentos difíciles, hay mucha tensión en el ambiente. Recordemos que aquella noche, Jesús también estaba pasando por un momento difícil. Sabía que lo iban a entregar, e incluso, sabía que quien lo iba a entregar, estaba ahí entre ellos, y era uno de sus discípulos.

Sin embargo, tomó tiempo para dar una lección de amor y de esperanza que nos llega hasta nosotros hoy.

Recuerda sus palabras: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Haced esto en memoria de mí.

Decano: Rev. Heriberto Hernández J
Decano: Rev. PhD Heriberto Hernández J.


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¿Qué hacer en la casa?

En estos días todos hemos sido movidos a permanecer confinados en nuestras casas a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, ahora comenzamos a buscarle sentido a esta situación y en parte se remueven las costumbres de asistir sistemáticamente a los templos.

¿Qué podemos hacer en este tiempo?

Podemos ver en el Nuevo Testamento lo fructífero que era compartir el evangelio en las casas. La iglesia del primer siglo en adelante por más de 200 años se reunía en casas compartiendo la palabra, el pan y las oraciones, hasta que después del año 325 el emperador romano Constantino comienza a dar libertad de culto a los cristianos y años después es Teodosio I quien reconoce al cristianismo como religión oficial del imperio. Comenzando así una época de auge donde se construyen templos y los templos que antes servían a otros cultos son dedicados para el cristianismo. Ocasión en la cual se revierte el modelo de iglesias en las casas para pasar a iglesias en los templos.

Después de la reforma protestante iniciada en 1517, comienza una nueva oleada de persecuciones contra los cristianos protestantes lo cual provoca el resurgimiento de pequeños grupos cristianos que se reúnen en casas.

Así también es el origen del movimiento metodista que desde la propia casa pastoral de los Wesley se daban cultos familiares a los que luego se sumaron vecinos y familiares. En este caso Susana la madre de los Wesley es una experta en esta modalidad.

La propia experiencia espiritual de Juan Wesley ocurrió en una casa donde se reunía un pequeño grupo.

Así se difundió luego el metodismo en casas que más tarde se tornaron en iglesias en locales rentados o transformados para este fin.

Sin embargo, la obra evangelizadora en el mundo entero tiene su mayor fortaleza en los grupos pequeños que se reúnen en casas para compartir la fe y el discipulado.

Tal vez resulte interesante el hecho de que la iglesia salga del templo y llegue a los hogares con un mensaje de fe, de esperanza y de salvación.

Aquí les sugiero algunos textos que le pueden motivar y de los cuales pueden sacar provecho para este tiempo.

Mateo 8:14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.

Mateo 9:10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.

Mateo 9:28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.

Marcos 2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

Marcos 7:17 Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola.

Hechos 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,

comían juntos con alegría y sencillez de corazón.

Hechos 5:42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Hechos 8:3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

Hechos 10:22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.

Hechos 12:12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

Hechos 16:32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

Hechos 16:40 Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.

Hechos 20:20-21 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Romanos 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.

1 Corintios 16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.

Colosenses 4:15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.

Filemón 1:1-2 Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa.

Les animo a que puedan aprovechar la oportunidad de compartir el evangelio y de brindar un mensaje de fe y de esperanzas a un pueblo que espera que solo un milagro les libre de este padecimiento.

Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E

Rev. Enoel Gutiérrez. E.


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La Tradición en el contexto metodista cubano

La Tradición en el contexto metodista cubano

Category : Teología

Primeramente es necesario definir lo que entendemos por “tradición”. Según el diccionario la tradición es lo que se transmite de una generación a otra, puede ser noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres. Se deriva del latín “tradere” que significa “transmitir” o “pasar a”.

La tradición forma uno de los cuatro aspectos que aparecen en el cuadrilátero metodista. Es secundaria a la Biblia, como metodistas nos hacemos eco del gran aporte de Martin Lutero en la Reforma Protestante, cuando expresó: “La sola Escritura es la Regla de Fe”.

Algunas personas sienten rechazo a la tradición por la forma en que la Iglesia Católica Romana la ha enseñado. (No podemos olvidar que en nuestro contexto latinoamericano, el catolicismo lleva 5 siglos y sus enseñanzas están impregnadas en muchos sectores de la población) La Iglesia Católica en su catecismo enseña que la tradición tiene igual autoridad que la Biblia. Por esa razón los católicos tienen imágenes y las adoran, aun cuando la Biblia condena dicha práctica. Creen en la existencia de un purgatorio, aun cuando el mensaje de la Biblia es contrario a esa creencia. Enseñan sobre la infalibilidad del papa, cuando sabemos que como hombre es pecador y puede equivocarse.

Todos esos argumentos y muchos más, son aceptados y enseñados en el catolicismo, por ser aprobados en sus concilios o por el papado, debido a la autoridad que la tradición posee en esa iglesia.

Los protestantes (evangélicos) diferimos de esa creencia, creemos que ninguna tradición humana puede sustituir la verdad que presenta la Biblia. Pero reconocemos que cuando la tradición está alineada a los preceptos bíblicos posee gran importancia al buen desarrollo de la Iglesia. (El Nuevo Testamento en gran parte es tradición, porque toda la doctrina que enseñó Jesucristo se fue transmitiendo de generación a generación hasta nuestros días)

Continuando en esa línea de pensamiento, podemos decir que la mayor parte de la tradición que aparece en el Nuevo Testamento y que Jesús y los apóstoles cumplieron, tienen sus orígenes en el Antiguo Testamento.

La cuestión radica en saber, si Jesús aceptó o rechazó la tradición de su pueblo Israel.

El texto más utilizado por quienes se oponen a la tradición en nuestros días, se encuentra en el Evangelio de Mateo.

Mateo 15:1-9.

En dicho texto los fariseos acusan a los discípulos del Señor de violar la tradición de los ancianos al comer con las manos sin lavar. Jesús reacciona al ataque y los confronta con una acción aun peor por parte de ellos, que los llevaba a no cumplir con la Ley que ellos defendían por causa de su tradición, en este caso la obligación que tienen los hijos de cuidar y respetar a sus padres.

La pregunta sería: ¿Por qué reaccionó así Jesús?

Primeramente tenemos que saber en qué consistía la tradición de los ancianos.

En el periodo intertestamentario (los 400 años de silencio) existía la ley oral de Moisés. Esta ley oral contenía instrucciones detalladas que no se encontraban en los escritos de la Tanak (La Biblia hebrea o Antiguo Testamento) Básicamente, los ancianos en Israel (Maestros de la Lay, fariseos) incorporaron esta ley oral a su tradición (aunque otros grupos como los saduceos no la aceptaban). Pero los fariseos consideraban que esta tradición tenía la misma autoridad que la Ley en el Antiguo Testamento.

Posteriormente esa ley oral o tradición de los ancianos se fue poniendo por escrito, algunas de sus secciones, en uno de los escritos de gran relevancia para los judíos “la mishná”.

¿Qué les condena el Señor?

Les condena que ellos movido por sus razonamientos habían desplazado el mandamiento y lo habían sustituido por su tradición.

La ley de Moisés en el Antiguo Testamento tiene 613 mandamientos. Pero con el decursar del tiempo los rabinos en este caso los maestros de la Ley fueron reinterpretando y dando nuevos aportes a la Ley, así la adaptaban a las necesidades de su tiempo.

Jesús les dice que el mandamiento en la Ley ordenaba que los hijos tenían la obligación de cuidar a sus padres en la vejez y tratarlos con respeto y gratitud. Sin embargo, los líderes religiosos enseñaban que un hijo podía usar la tradición oral para no ayudar a sus padres. El colmo de su hipocresía es que estaban tratando de usar la Palabra de Dios como excusa para no cumplirla.

Por esa razón Jesús condena sus prácticas al decirles, que estaban “enseñando como doctrina, mandamientos de hombres”.

Después de analizar esto, podríamos preguntarnos ¿Era Jesús contrario a la tradición?

La evidencia bíblica demuestra que no, por el contrario, existe suficiente base para demostrar que Jesús y sus seguidores cumplieron a cabalidad con la tradición de su pueblo en su tiempo.

Mateo 26:17

En ese pasaje se muestra al Señor participando de la fiesta de Pascua y la fiesta de los panes sin levadura.

Estas dos fiestas que tuvieron sus inicios en la gran liberación del pueblo de Israel en Egipto, forman parte indispensable de la tradición de Israel hasta nuestros días.

Juan 7:10.

En este pasaje Jesús está celebrando otra de las grandes convocaciones de Israel, la fiesta de los tabernáculos, que también se originó durante el éxodo desde Egipto a Canaán.

Pero al demostrar que Jesús cumplía con estas fiestas las cuales eran parte de la tradición en su tiempo, algunos podrían decir que esto está dado porque formaban parte de las obligaciones del pueblo de Israel en la Ley. Eso es cierto, pero era tradición también. Sin embargo veamos otro ejemplo.

Juan 10:22-24

Juan describe que la fiesta de la dedicación se celebraba y que era invierno.

¿De qué fiesta habla Juan aquí?

Se trata de la fiesta de “Hánukka” o fiesta de las luces. La misma se celebra en Israel hasta nuestros días en el mes de diciembre.

¿Cuándo y por qué surgió esta fiesta?

Surge en el año 164 a.C. se celebra la dedicación del templo de Jerusalén hecha por Judas Macabeo.

Aproximadamente en el año 167 a.C, Antíoco IV epífanes rey de los seléucidas entró en Jerusalén y profanó el templo poniendo una estatua de Zeus en el templo y haciendo un sacrificio de cerdos en el altar, además de prohibir a los judíos la observancia de la Ley de Moisés. Esto trajo como consecuencia el inicio de una guerra, llamada la “guerra de los macabeos”. Se le llama así porque el líder judío era Judas y le pusieron por sobrenombre “macabeo” que significa “martillo”.

Tras la victoria de Judas sobre los seléucidas, el mismo, una vez liberada la ciudad de Jerusalén, entró en el templo y derribó el altar profanado por Antíoco y construyó un nuevo altar. Pero había un problema, para la dedicación del templo no tenían aceite para encender el candelabro (menorah) Entonces encontraron escondido una vasija con un poco de aceite de oliva virgen. El aceite era poco, pero con el pudieron encender las 7 lámparas del candelabro y sucedió que con ese aceite el candelabro estuvo alumbrando 8 días. Así quedó dedicado nuevamente el templo para el culto a Yahveh y desde ese día formó parte de la tradición de Israel celebrar la fiesta de hánukka, hasta la actualidad. Esta fiesta por su forma se parece un poco a la navidad, pues se decoran con luces los árboles y casas, por eso es conocida como fiesta de las luces también.

Entonces, encontramos aquí a Jesús cumpliendo con una parte de la tradición que surgió en el periodo de silencio.

De la misma forma que Israel, la Iglesia a través de los siglos de existencia ha formado su tradición. Muchas de las celebraciones que la Iglesia hoy tiene, no están reflejadas en los escritos del Nuevo Testamento, como muchas de las celebraciones de Israel que el Señor cumplió no aparecen en los escritos del Antiguo Testamento.

Es lamentable que en la actualidad algunas personas se hayan levantado en contra de la tradición de la iglesia, queriendo despojarla de su función en la misma.

Entre los elementos de la tradición que más ataques reciben, está la celebración de la Navidad y con ella el uso del arbolito de navidad y la celebración de Semana Santa y el uso de la cruz en los templos.

¿Qué argumentos usan quienes se oponen a estas celebraciones?

Según ellos, la principal razón es que estas celebraciones fueron precedidas por fiestas paganas o tienen alguna conexión con prácticas paganas en el pasado.

  • Navidad y el arbolito navideño.

La Navidad es una de las celebraciones cristiana que más ataque ha recibido por quienes se oponen a la tradición de la Iglesia. Dentro de esta celebración también se ataca el arbolito, el cual es una representación de dicha celebración.

Sus detractores alegan que la navidad no se debe celebrar porque tanto la fiesta como el arbolito proceden de celebraciones paganas.

Antes de hacer cualquier juicio, es necesario conocer las razones por las cuales la Iglesia instituyó estas celebraciones aboliendo con ellas antiguas celebraciones paganas.

Primeramente la navidad es la fiesta cristiana que celebra el nacimiento del Niño-Dios, Jesucristo.

Esta fiesta abolió la celebración pagana de festejar el “día del sol invicto”.

¿Por qué la Iglesia hizo esto?

En los primeros siglos de historia de la Iglesia no hay registro de que se celebrara la Navidad. La posible razón estaba dada en que en esas épocas se celebraba el cumpleaños del emperador romano y los cristianos quizás no querían que Jesús pareciera un emperador. Pero en el siglo IV sucedió algo que obligó a la Iglesia a buscar una fecha que representara el nacimiento del Señor.

Apareció una de las herejías más terribles que atacaba directamente la divinidad de Jesús. Esa herejía es conocida como “arrianismo”, su fundador se llamaba Arrio, quien fue ordenado en el año 311 en la ciudad de Alejandría.

Arrio enseñaba que Jesús no era realmente Dios, según él, era una persona extraordinaria, maravillosa, perfecta, pero no era Dios mismo. En su enseñanza predicaba que Dios había creado a Jesús para que lo ayudara a salvar a la humanidad. Debido a su ayuda, Dios le dio el título de “Dios”, pero no era verdadero Dios desde su nacimiento, sino que llegó a serlo después de adulto gracias a su misión cumplida en la tierra.

Esta teoría de Arrio arrastró a muchas personas, por lo que fue necesario por parte de la Iglesia convocar un concilio para analizar semejante herejía.

El 20 de mayo del año 325 en la ciudad de Nicea se reunieron unos 300 obispos de todo el mundo. Allí se condenó a Arrio como hereje, y se condenó el arrianismo como doctrina herética.

En este concilio quedó establecido el llamado credo de Nicea, que dice así:

“Creemos en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no creado”.

Pero Arrio no se dio por vencido y siguió pregonando sus malas enseñanzas. Por lo que era necesario hacer algo para frenar la herejía y poner en alto el mensaje de la divinidad del Señor desde su nacimiento.

En ese entonces gobernaba la Iglesia Julio I, y este hombre entendió que si celebraba el nacimiento del Señor sería una forma rápida y eficaz de frenar la herejía de Arrio. Con la celebración del nacimiento del Niño Dios, las personas comprenderían que Jesús es Dios desde su nacimiento y no después de grande como enseñaba el arrianismo.

La cuestión radica en que fecha tomar para dicha celebración. Ya en siglos anteriores algunos teólogos de la Iglesia habían sugerido algunas, pero nadie sabía con exactitud cual fuera la fecha correcta. Por ejemplo Clemente de Alejandría en el siglo III decía que era el 20 de abril, Epitafio sugería el 6 de enero. Otros proponían el 25 de mayo y había quienes sugerían el 17 de noviembre.

Entonces Julio I ante la falta de datos para fijar la fecha, tuvo una idea genial, tomó la fecha en que se celebraba una fiesta muy popular en el contexto romano llamada “el día del sol invicto” y sustituirla por la celebración del nacimiento de Jesucristo.

¿Por qué hizo esto?

En el hemisferio norte en oriente a medida que se va acercando diciembre los días se tornan más cortos y el sol brilla con menos fuerza. El día 21 de diciembre se registra el día más corto del año y la gente en su ignorancia creían que el sol podría desaparecer y ellos quedarían a merced de las tinieblas y el frio hasta morir.

Pero a partir del 22 de diciembre los días se van alargando nuevamente y así el sol aparece con mayor fuerza. Por esa razón las personas tomaron el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del sol invicto.

¿Por qué la Iglesia tomó esa fecha?

Es sencillo, para los cristianos ¿Quién es nuestro sol?

Los cristianos comenzaron a predicarles a las personas en aquel entonces diciéndoles que Jesucristo es la Luz verdadera, Él es nuestro verdadero sol. La Biblia así lo afirma.

Apocalipsis 21:23 “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brille en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el cordero es su lumbrera”

Además de esto, también se alegaba que Jesús al morir fue sepultado tres días, muchos creían que no se levantaría y que estaría perdida para siempre la humanidad, pero al tercer día Jesús resucitó y su luz derrotó las tinieblas del pecado.

Escoger el mismo día de la fiesta del sol invicto para celebrar el nacimiento de Jesucristo, fue una vía certera para destruir una celebración pagana y así sin palabras decirle a la humanidad, el verdadero sol invicto no es ese que adoran, sino aquel que vino para destruir las tinieblas del pecado y la muerte y darnos la vida eterna, Jesucristo.

  • El arbolito de Navidad.

Dentro de la Navidad se acostumbra a poner un arbolito que sin palabras anuncia esta celebración.

Sin embargo en muchos lugares se ha atacado esta tradición y algunas personas sacan de los templos y casas los arbolitos, alegando que proviene de un contexto pagano.

¿Cuándo surgió esta tradición y por qué?

El árbol de Navidad viene para eliminar una vieja tradición pagana de los germanos, los cuales creían que la tierra y los astros dependían de un árbol gigantesco. Así ellos hacían fiesta alrededor de un roble que representaba según se dice al dios odin.

En el año 740 Bonifacio el evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó ese roble y en su lugar puso un pino, enseñando que el pino representaba el amor eterno de Dios.

Al pino le puso velas y cada uno de los objetos que se decoran en el arbolito tiene un paralelismo con la enseñanza bíblica:

    • El pino representa el amor eterno de Dios y la vida eterna.
    • Las luces representa la luz que emana Jesús y la gracia divina.
    • Las bolitas que lleva el árbol representa los dones que Dios da a los hombres.
    • La estrella representa la fe que guía nuestras vidas.
    • Las cintas y moños representan la unión familiar y la presencia de nuestros seres queridos alrededor de nuestros dones.
    • La forma de triángulo del árbol representa la divina Trinidad.

Como vemos, el arbolito de Navidad nos aporta una buena forma de predicar el Evangelio. Lejos de ser un problema, es una gran bendición para la iglesia.

  • Semana Santa y la Cruz.

Otra celebración cristiana que no ha quedado fuera del ataque de quienes se oponen a la tradición de la Iglesia es Semana Santa.

Sus detractores alegan que su origen proviene de una celebración pagana, la cual se originó en Babilonia al dios tamuz, quien era conocido como el hijo del sol y la luna.

Dejando a un lado todos esos argumentos sin sentido, nos preguntamos:

¿Qué celebramos en Semana Santa?

Cada día de la celebración se da especial atención a lo que Jesús hizo y enseñó la última semana de su ministerio terrenal. Esto no es algo que nosotros inventamos, sino que la tradición de la Iglesia lo que hizo es transmitir lo que el Evangelio enseñó.

Si analizamos, en los Evangelios se da especial atención a esta semana. Lo que Jesús hizo en esa semana ocupa más de un tercio de cada Evangelio:

    • En Mateo se le dedica desde el capítulo 21 hasta el 28
    • En Marcos se le dedica desde el capítulo 11 hasta el 16.
    • En Lucas se le dedica desde el capítulo 19 hasta el 24
    • En Juan se le dedica desde el capítulo 12 hasta el 21.

Es tan importante lo que Jesús hizo esta semana que los Evangelios así lo demuestran. Por eso Semana Santa representa una de las celebraciones más importante en la tradición cristiana.

  • La Cruz.

El colmo es que algunas personas hoy en día quitan la cruz de los templos alegando que representa una antigua tradición pagana, la t de “tamuz”.

¿Qué dice la Biblia de la cruz?

Primero, la cruz significa el sacrificio tanto el que Dios hizo por nosotros, como el sacrificio nuestro al seguir a Jesús. Mateo 16:24.

Segundo, la predicación de la cruz fue locura para los judíos al escuchar que se podía recibir la salvación sin las obras de la Ley, solo creyendo en Jesús y su sacrificio en la cruz. 1 Corintios 1:18.

Tercero, el mensaje del sacrificio de Jesús en la cruz es símbolo de unidad y destrucción de las enemistades. Efesios 2:14-16.

¿Dónde radica el problema?

Que muchas de las celebraciones cristianas sustituyeron viejas celebraciones paganas, aboliéndolas y en su lugar establecieron la predicación del Evangelio. Preguntamos ¿Esto es malo?

¿Qué hace el Evangelio en el ser humano?

No es acaso algo similar.

Podemos entender que el Evangelio convierte a un pagano en un cristiano, y no podemos entender que de esa misma forma la fe en Jesucristo, no solo transforma al ser humano, sino, que también cambia su cultura, su contexto.

Si van a usar esos argumentos porque existieron en la antigüedad, celebraciones provenientes del paganismo, entonces: ¿renunciarán también a predicar de la creación o el diluvio? Por la sencilla razón que existen relatos similares en la cultura de los caldeos.

La mejor respuesta la tenemos en el testimonio de nuestra Iglesia Metodista en Cuba. Si analizamos la iglesia que tenemos, con la misma iglesia hace 30 años atrás, vemos una gran diferencia.

Hace 30 años atrás no se permitían  el uso de tambores en los templos, porque las pocas personas que teníamos decían que esos instrumentos eran usados para cultos al diablo en la santería.

No se aceptaba que se ministrara experiencias con el Espíritu Santo, porque las manifestaciones como caídas, hablar en lenguas y otras, se parecían a lo que algunos veían en centros espirituales y por ello la gente tenía miedo involucrarse en algo que desconocían.

Pero ¿Qué iglesia teníamos 30 años atrás? Era una iglesia raquítica, con templos vacíos y cultos celebrados sin música, ni danzas, porque eso era cosa del mundo.

Si lo que está sucediendo ahora con el matrimonio igualitario hubiese sido 30 años atrás, la iglesia no hubiese podido hacer nada, nos hubieran pasado por arriba.

¿Qué hizo la Iglesia Metodista en estos 30 años?

Se preocupó por que las personas se conviertan y cambien.

Pero también trabajo en convertir y transformar la cultura cubana. Hoy nuestros tambores suenan distintos a los que usan en la santería, y aunque son instrumentos similares, los nuestros dan alabanzas al Dios vivo.

Hoy el Espíritu Santo ministra abiertamente en nuestros cultos y por ende los templos están llenos de vidas que vienen a ser revestidos del poder de Dios.

Hoy nuestra gente se goza, canta y baila para Dios, porque la Biblia así lo enseña.

Por otra parte, si las personas no celebran Navidad, y quitan los arbolitos. Si no celebran Semana Santa y quitan la cruz, por aludir que en algún momento sustituyeron practicas paganas y por ende ellos opinan que no pueden mezclarse con nada que en un momento fue precedido por algún tipo de práctica proveniente del paganismo, entonces son hipócritas. Porque todos los días se levantan y acuestan con objetos que en sus inicios provenían del paganismo. Veamos algunos ejemplos:

    • La corbata: Tiene un origen pagano, representa a la diosa Osiris, señora de las pirámides. Pero además el origen de la corbata está ligado a un complemento de connotación sexual. En las religiones paganas se celebra el culto a la fecundidad, en todas tienen un dios de la fecundidad y su culto era una orgía sexual. La corbata como tal representaba el miembro viril masculino (el pene) y la portaba tanto hombres como mujeres.
    • El anillo: Esa prenda que hoy es usado por todos como un símbolo de amor eterno que se juran las parejas al casarse, también provienen de un contexto pagano. En Egipto los hombres usaban el anillo en una ceremonia para controlar los espíritus en la mujer.
    • El pantalón: también tiene un origen pagano. En la antigüedad los hombres usaban túnicas. Según se dice los primeros que emplearon esta prenda fueron los celtas hace unos 2600 años atrás. Su nombre se origina, según algunos estudiosos por el apodo que se les dio a los venecianos que usaban unos calzones largos en honor al santo que veneraban, quien era conocido con el nombre de “pantaleon”.

Entonces, después de ver estos ejemplos, si esas personas renuncian a la tradición por todos los elementos expuestos en este estudio, tendrían que salir de los templos y volver a las catacumbas, tendrían que dejar de usar pantalones y volver a vestir con túnicas.

Para terminar, quiero hacerlo meditando en el texto de Hebreos 12:1:

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”.

Sin entrar en un análisis exegético del texto, solo quiero detenerme en una palabra “asedia”.

Para ello, es necesario definir primeramente que entendemos por “pecado”, lo cual según Santiago “saber hacer lo bueno y no hacerlo, es pecado”.

La frase “que nos asedia” se traduce del griego “euperistatos”, pero como es la única vez que aparece este vocablo, es necesario buscar su significado en uno muy parecido el cual es “euperispastos” y significa “que nos distrae fácilmente” también se puede entender “que nos bloquea”, “acorrala”, “encierra”, etc.

El significado principal es “que nos distrae fácilmente”, precisamente eso es lo que está pasando en esas personas que opuestos a la tradición hoy atacan las grandes celebraciones de la Iglesia. Mientras están distraídos en esos asuntos sin fundamentos, están dejando de correr la carrera y de hacer lo que el Señor nos ordenó en la gran comisión.

Como metodistas, somos fieles a nuestra tradición, porque toda ella está respaldada en las Sagradas Escrituras. Creemos que la tradición de la Iglesia es el medio por el cual nosotros transmitimos la doctrina del Evangelio a las próximas generaciones, y haciéndolo así, aseguramos que la fe en Jesucristo siga viva de una generación a otra. Amén.

Rev. Javier Díaz, PhD.


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cuadrilátero wesleyano

Un breve estudio del cuadrilátero wesleyano con énfasis en la experiencia

Category : Teología

1. Introducción

Con respecto al origen de lo que hoy conocemos como el Cuadrilátero Wesleyano, debemos remontarnos a la Gran Bretaña del año 1595, en un tiempo en el que existían grandes tensiones eclesiales-monárquicas. La respuesta se convirtió en el modelo tradicional en la iglesia de Inglaterra y está estructurada en tres puntos: 1) La Escritura como la mayor fuente de verdad y la prueba básica de la veracidad cristiana. 2) La tradición como una visión de la vida y el pensamiento de los cristianos de los primeros siglos. 3) La razón como el medio por el cual la Escritura y la tradición pueden ser escudriñadas y entendidas por la meditación personal. A estos tres pilares, Wesley consideró necesario añadir uno más: la experiencia como vivencia personal respaldada por el testimonio del Espíritu de ser hijos de Dios (Romanos 8:16) y de que nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo, (1Corintios 12:3). El término «cuadrilátero» no aparece en los escritos de Wesley. Es un término que Albert C. Outler eligió para describir el método teológico de Wesley. Algunos han sugerido que en la forma de un cuadrilátero no se aprecia la supremacía de las escrituras por encima de los demás elementos. No creo que haya ningún problema con el cuadrilátero, siempre que se tenga en cuenta la relación que existe entre sus elementos. Al leer la obra de Wesley, se puede apreciar que la escritura tiene un carácter relevante, por encima de todo lo demás. La razón, la tradición y la experiencia deben confirmar la veracidad de la escritura. No son elementos rígidos, estáticos, ni aislados uno del otro, sino que se mantienen en una relación dinámica unos con otros. Esta relación está dada por la acción del Espíritu Santo, que viene a ser las aristas que los une en el cuadrilátero.

  1. La escritura

Juan Wesley apeló principalmente a las Sagradas Escrituras para toda autoridad doctrinal. Creía que «la palabra escrita de Dios es la única y suficiente regla tanto de la fe como de la práctica cristiana».[1] Tanto la Reforma como la herencia anglicana enseñaban la sola Scriptura, que sin duda influyó en el amor de Wesley por la Biblia. Su pasión por las Escrituras se puede describir mejor con sus propias palabras: “¡Dame ese libro! ¡A cualquier precio, dame el libro de Dios! Lo tengo: Aquí hay suficiente conocimiento para mí. Déjame ser homo unius libri «.[2] Wesley no quiso decir que otros libros no tenían ningún valor para la vida cristiana, porque era un ávido lector que a menudo leía a caballo e incluso compilaba una biblioteca cristiana para que la leyera su gente. Wesley creía firmemente que el Espíritu Santo inspiró todas las Escrituras. Dio un paso más allá al decir: “El Espíritu de Dios no solo inspiró una vez a quienes lo escribieron, sino que continuamente inspira, asiste sobrenaturalmente, a quienes lo leen con una oración ferviente”[3]. Esta es una doble inspiración, en la cual el Espíritu Santo inspiró a los antiguos escritores de las Escrituras e inspira al lector contemporáneo para que pueda comprender la palabra de Dios. Hoy en día existe la necesidad de la presencia continua del Espíritu Santo en nuestra teología y método teológico. Sin la ayuda del Espíritu Santo, nuestra hermenéutica será en vano.

  1. Razón

Wesley pasó una cantidad considerable de tiempo tratando de explicar la relación entre la razón y la religión. A la pregunta “¿Qué puede hacer la razón en la religión?” Wesley respondió: “Puede hacer mucho, tanto en lo que respecta a la fundación como a la superestructura”. Wesley ofreció tres beneficios de la razón: Reflexiones físicas, religiosas y morales. Al considerar lo que la razón no puede hacer, Wesley nuevamente ofrece tres ideas: “Primero, la razón no puede producir fe. En segundo lugar, la razón por sí sola no puede producir esperanza en ningún hijo del hombre: me refiero a la esperanza bíblica. En tercer lugar, la razón, aunque sea cultivada y mejorada, no puede producir el amor de Dios ”.[4]Solamente cuando el Espíritu Santo está presente y trabaja activamente en el cristiano, el razonamiento deductivo puede llevarle a la revelación de Dios. Wesley pregunta: «¿No es la razón (asistida por el Espíritu Santo) lo que nos permite entender lo que las Santas Escrituras declaran con respecto al ser y los atributos de Dios?» Y luego dice: es por esto que entendemos (su Espíritu abre e ilumina los ojos de nuestro entendimiento). ”[5]Wesley declara explícitamente que el Espíritu Santo debe ayudar a nuestro razonamiento si queremos entender las cosas de Dios.

  1. Experiencia

La restauración de la experiencia religiosa a la fe cristiana es quizás la contribución teológica más significativa de Juan Wesley. Una vez que se recuperó, pronto se convirtió en una de las marcas distintivas del metodismo. Dijo acerca de la experiencia, que «se ha recuperado una gran verdad evangélica, que durante muchos años estuvo casi perdida y olvidada».[6] La experiencia fue una joya que Wesley colocó de nuevo en la corona del cristianismo.

Treinta años después de su experiencia en la calle Aldersgate, publica en uno de sus sermones titulado El testimonio del Espíritu: “La experiencia es suficiente para confirmar una doctrina que se basa en las Escrituras” [7] Él creía que las verdades bíblicas se debían aplicar en la vida, y no simplemente meditar en ellas o creerlas. De esta forma, la prueba mejor y más factible de nuestra teología es la manera en que se experimenta en la vida una interpretación dada de la Escritura.[8]

4.1 La experiencia y el equilibrio entre ortodoxia, ortopraxis y ortopatía.

Para su mejor comprensión se explicará lo que, según Runyon, ha sido llamado “la cuerda de tres hilos”,[9] como la teología de la fe que presenta un equilibrio entre tres elementos esenciales: la creencia correcta (doctrina), la práctica o conducta correcta (disciplina devocional) y la pasión correcta (celo por Dios), también conocidos como ortodoxia, ortopraxis y ortopatía[10].

En el discipulado como un nexo entre ortodoxia, ortopraxis y ortopatía, sin favorecer a uno más que a los otros, se encuentra una apreciación de Dios. Si el principal interés de una iglesia está en la ortodoxia, se producen muchos “fariseos arrogantes” quienes adoran su propia doctrina y sus formulaciones teológicas por encima de un auténtico encuentro con el Cristo revelado en las Escrituras. Si la iglesia adopta un compromiso con la ortopraxis solamente, sus miembros se convertirán en activistas incansables (y cansados), confiando solo en sus propios esfuerzos para agradar a Dios. El evangelio social se convierte entonces en activismo social. Por otra parte, si la iglesia adopta la ortopatía, excluyendo los otros dos elementos, sus miembros terminarán siendo unos emocioinalistas superficiales, centrados en su satisfacción personal, sin tener en cuenta una sana doctrina y en la práctica causan muchos daños a la iglesia.

Por tanto, para no caer en el intelectualismo, el legalismo o el emocionalismo, sería útil promover un discipulado balanceado, donde las personas encuentran el camino a Jesús y le siguen, de acuerdo a la enseñanza evidente en las escrituras, donde se instruye a los cristianos a amar a Dios con todo su corazón, su mente y sus fuerzas.[11]

Wesley critica en varias ocasiones lo que él denomina la “ortodoxia muerta”[12]. En uno de sus sermones comenta:

Se puede ser ortodoxo en cada punto, se puede apoyar no solo las opiniones correctas sino también defenderlas celosamente de sus opositores; se puede tener creencias correctas acerca de la encarnación de nuestro Señor, acerca de la bendita Trinidad, y acerca de cada doctrina contenida en los oráculos de Dios … y aun así se puede no tener más religión que la de una persona judía, turca o pagana.[13]

Toda experiencia en la vida cristiana necesita ser equilibrada con la doctrina correcta, la práctica correcta y la pasión correcta. La búsqueda de la experiencia personal constituye entonces todo un sistema en el que se conjugan estos elementos para desarrollar un fundamento sólido, que Wesley insiste en llamar “religión del corazón”, o sea, “la fe que obra en el amor, produciendo una santidad tanto interior como exterior”, o santidad de corazón y vida[14] poniendo énfasis en la acción renovadora del Espíritu Santo.

Jesús explica en Mt 5:14-16 que somos la luz del mundo. Esa luz no es para que esté escondida, sino que sólo cumple su propósito cuando es proyectada y beneficia a otros. Así es la experiencia cristiana, no es para ser experimentada por un momento y sentirse bien, sino para llevar frutos que beneficien a la iglesia y que esta a su vez, sea proyectada en el mundo para la salvación de las almas.

4.2 El testimonio del Espíritu

Wesley ponía especial atención al testimonio del Espíritu como parte inherente de la experiencia cristiana. Afirma que todo cristiano debe experimentar un nuevo nacimiento como un cambio que precede al testimonio de que somos hijos de Dios, “como un cambio grande y poderoso, un cambio de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; como pasar de muerte a vida.”[15] “El resultado inmediato de este testimonio son los frutos del Espíritu, es decir: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe (Gálatas 5:22).”[16] Este es el testimonio que conduce a la persona a crecer en integridad, así como en el grado de relación con Dios y sus semejantes. Los que tienen estas señales, dice Wesley, saben que son hijos de Dios y actúan en consecuencia directa a la relación intrínseca y vívida con el Espíritu Santo.

4.3 El “entusiasmo” y la obra del Espíritu Santo en el avivamiento metodista.

Por su énfasis en la experiencia vivencial del cristianismo, el movimiento metodista ganó muchos seguidores, pero también algunos detractores. Una de las acusaciones más comunes que estos últimos lanzaban al movimiento, y en especial a su líder, era la de “entusiastas”.[17] Algunas de estas críticas iban dirigidas hacia las expresiones de emoción que tenían lugar con frecuencia en los servicios en que Wesley predicaba: las personas gritaban, se estremecían, lloraban, caían por tierra, entre otras manifestaciones. Wesley hablaba de los milagros de conversión, pero también milagros de sanidad física o de protección frente a algún peligro. Además, insistía en que el movimiento metodista era una “gran obra” que Dios estaba realizando en su tiempo. Para las autoridades eclesiales, el único modo en que alguien podía atreverse a decir que se trataba de una obra de Dios, era ser “entusiasta”, dejándose llevar por su propia opinión.[18]

El énfasis en su enseñanza recae sobre la obra del Espíritu que produce frutos tanto internos como externos en los cristianos. Como respuesta a una de las acusaciones de entusiasmo, Wesley expresa:

Toda persona, para poder creer para salvación, tiene que recibir el Espíritu Santo. Esto es esencialmente necesario para todo cristiano. No tanto para ser objeto de sus milagros, como para recibir los frutos ordinarios del Espíritu: la fe, la paz, el gozo y el amor.[19] …Y en cuanto a su última averiguación, sobre «¿cuál es la mejor prueba que tenemos de ser guiados por el Espíritu Santo?» No tengo nada que objetar a la respuesta correcta y bíblica que usted da: «un cambio completo y una renovación de mente y corazón, y el llevar una vida nueva y santa».[20]

4.3.1 El verdadero entusiasmo

En su sermón La naturaleza del entusiasmo,[21] no se detiene a hablar de los entusiastas que practican la religión del corazón, inspirados por el Espíritu Santo, sino a devolver la acusación a quienes practican un entusiasmo negativo, en el sentido de locura o demencia, suponiendo equivocadamente que actúan bajo inspiración divina. Al pasar la prueba de la experiencia, resulta evidente que no es una verdadera experiencia con el Espíritu Santo.

Un segundo grupo de entusiastas lo forman las personas que imaginan haber recibido determinados dones de Dios, cuando en realidad esto nunca ocurrió. Es así que algunos imaginaron poseer el don de realizar milagros… Otros se han dedicado a profetizar, a anticipar lo que ha de suceder, y todo esto con mayor certeza y precisión. Pero, por lo general, un breve tiempo basta para disuadir a estos entusiastas. Cuando los hechos desmienten sus predicciones, la experiencia les demuestra lo que la razón no pudo, y los vuelve a su sano juicio… A este mismo grupo pertenecen quienes imaginan que cuando oran o predican lo hacen bajo la influencia del Espíritu de Dios, cuando en realidad no es así… Si bien es cierto que existe una influencia real del Espíritu de Dios, también existe una imaginaria, y son muchos los que confunden una por otra. Muchas personas creen estar bajo esa influencia cuando en verdad no lo están, cuando están muy lejos de ello.[22]

Wesley advierte que estos tipos de entusiasmo se encontraban a la orden del día en las iglesias de Inglaterra y que los considera como un fenómeno anti-bíblico, irracional, puramente sentimental, que produce graves resultados, y le llama “monstruo de varias cabezas”.[23] Por eso afirma que “la religión es el espíritu de una mente lúcida.”[24]

La experiencia cristiana en la obra de Wesley puede resumirse en un fragmento del sermón 4: “Cristianismo bíblico”:

Fue, por lo tanto, para un fin más excelente que todos fueron llenos del Espíritu Santo (Hch. 4:31). Fue para darles (lo que nadie puede negar que es esencial a los cristianos de todas las épocas) el sentir que hubo también en Cristo Jesús, esos santos frutos del Espíritu sin los cuales nadie puede llamarse parte de su pueblo; capacitándolos para crucificar la carne con sus pasiones y deseos; y como consecuencia de este cambio interior, cumplir toda santidad exterior, para andar como Cristo anduvo en la obra de la fe, el trabajo del amor y la constancia en la esperanza.

Es necesario transmitir la fe y la experiencia a la siguiente generación. Wesley da una advertencia para todos los que se consideran wesleyanos:No temo que las personas llamadas metodistas dejen de existir en Europa o en Estados Unidos. Pero temo que solo existan como una secta muerta, teniendo la forma de religión sin su poder. Y este será, sin duda, el caso, a no ser que se mantengan firmes, tanto en la doctrina, el espíritu y la disciplina con los que se establecieron desde el principio.[25]

[1] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo V, 54.

[2] Thomas Jackson, ed., Works of John Wesley, Vol. 5, 3. “Preface.”

[3] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo 10, 320. Notas al Nuevo Testamento II, 2 Timoteo 3:16.

[4] Thomas Jackson, ed., Works of John Wesley, Sermon 70, Vol. 6, 355-58.

[5] Ibíd., 354.

[6] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo I, 210.

[7] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo I, 189-208.

[8] Wikipedia (2011)

[9] Runyon, La nueva creación, 167-191; Runyon, “Orthopathy: Wesleyan Criteria for Religious Experience”, en Richard B. Steele, ed., “Heart Religion” in the Methodist Tradition and Relates Movements, vol. 12 (Lanham, Maryland: Scarecrow Press, 2001), 292.

[10] El término “ortopatía” es un neologismo acuñado por el doctor Runyon en una conferencia durante la Semana de Ministros en la Universidad de Emory: “Conversion-Yesterday, Today, and Tomorrow”, que impartió en 1984. Más adelante, el término fue desarrollado en su artículo: “A New Look at Experience”, que apareció en Drew Gateway (Otoño 1987): 44-45. Runyon, Nueva Creación, 288.

[11] Deuteronomio 6:5; Marcos 12:30.

[12] Sermón 7 “El camino del reino”, Vol. I, 133; Sermón 33 “Sobre el sermón de nuestro Señor en la montaña: Decimotercer discurso”. Vol. II, 287; Sermón 62 “El porqué de la venida de Cristo”. Vol. III, 383, en Justo González, ed., Obras de Wesley; Sermón 120 “On the Wedding Garment”, en Thomas Jackson, ed., The Works of John Wesley, Vol. VII, 311.

[13] Justo González, ed., Obras de Wesley. Vol. I, 135.

[14] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo V, 287-288.

[15] Justo González, ed., Obras de Wesley, Vol. I, 201.

[16] Ibid., 210.

[17] Una persona entusiasta era entonces alguien que se creía poseída por Dios a tal punto de poder hablar en nombre de Dios, aun aparte de la comunidad, la Biblia, la tradición cristiana, o la razón. Tanto la iglesia como la sociedad temían ese tipo de supuesta inspiración privada, que no aceptaba freno de parte alguna, y que a fin de cuentas lo que hacía era darle al individuo rienda suelta para sus propias opiniones y en ocasiones para sus propias acciones en contra de la moral común.

[18] Justo González, ed., Obras de Wesley, Vol. VI, 6-7.

[19] Justo González, ed., Obras de Wesley, Vol. VI, 80.

[20] Justo González, ed., Obras de Wesley, Vol. VI, 124.

[21] Justo González, ed., Obras de Wesley, Tomo II, 363.

[22] Justo Gonzáles, ed., Obras de Wesley, Vol. II, 365-366.

[23] Ibíd., 373.

[24] Ibíd., 365.

[25] Thomas Jackson, ed., Works of John Wesley, Vol. 13, 258.


Decano: Rev. Heriberto Hernández J
Decano: Rev. Heriberto Hernández J.
Presbítero de la iglesia Metodista
Licenciado en Educación
Licenciado en Estudios Bíblicos
Master en Teología.
Doctor en Teología.