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La Tradición en el contexto metodista cubano

La Tradición en el contexto metodista cubano

Category : Teología

Primeramente es necesario definir lo que entendemos por “tradición”. Según el diccionario la tradición es lo que se transmite de una generación a otra, puede ser noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres. Se deriva del latín “tradere” que significa “transmitir” o “pasar a”.

La tradición forma uno de los cuatro aspectos que aparecen en el cuadrilátero metodista. Es secundaria a la Biblia, como metodistas nos hacemos eco del gran aporte de Martin Lutero en la Reforma Protestante, cuando expresó: “La sola Escritura es la Regla de Fe”.

Algunas personas sienten rechazo a la tradición por la forma en que la Iglesia Católica Romana la ha enseñado. (No podemos olvidar que en nuestro contexto latinoamericano, el catolicismo lleva 5 siglos y sus enseñanzas están impregnadas en muchos sectores de la población) La Iglesia Católica en su catecismo enseña que la tradición tiene igual autoridad que la Biblia. Por esa razón los católicos tienen imágenes y las adoran, aun cuando la Biblia condena dicha práctica. Creen en la existencia de un purgatorio, aun cuando el mensaje de la Biblia es contrario a esa creencia. Enseñan sobre la infalibilidad del papa, cuando sabemos que como hombre es pecador y puede equivocarse.

Todos esos argumentos y muchos más, son aceptados y enseñados en el catolicismo, por ser aprobados en sus concilios o por el papado, debido a la autoridad que la tradición posee en esa iglesia.

Los protestantes (evangélicos) diferimos de esa creencia, creemos que ninguna tradición humana puede sustituir la verdad que presenta la Biblia. Pero reconocemos que cuando la tradición está alineada a los preceptos bíblicos posee gran importancia al buen desarrollo de la Iglesia. (El Nuevo Testamento en gran parte es tradición, porque toda la doctrina que enseñó Jesucristo se fue transmitiendo de generación a generación hasta nuestros días)

Continuando en esa línea de pensamiento, podemos decir que la mayor parte de la tradición que aparece en el Nuevo Testamento y que Jesús y los apóstoles cumplieron, tienen sus orígenes en el Antiguo Testamento.

La cuestión radica en saber, si Jesús aceptó o rechazó la tradición de su pueblo Israel.

El texto más utilizado por quienes se oponen a la tradición en nuestros días, se encuentra en el Evangelio de Mateo.

Mateo 15:1-9.

En dicho texto los fariseos acusan a los discípulos del Señor de violar la tradición de los ancianos al comer con las manos sin lavar. Jesús reacciona al ataque y los confronta con una acción aun peor por parte de ellos, que los llevaba a no cumplir con la Ley que ellos defendían por causa de su tradición, en este caso la obligación que tienen los hijos de cuidar y respetar a sus padres.

La pregunta sería: ¿Por qué reaccionó así Jesús?

Primeramente tenemos que saber en qué consistía la tradición de los ancianos.

En el periodo intertestamentario (los 400 años de silencio) existía la ley oral de Moisés. Esta ley oral contenía instrucciones detalladas que no se encontraban en los escritos de la Tanak (La Biblia hebrea o Antiguo Testamento) Básicamente, los ancianos en Israel (Maestros de la Lay, fariseos) incorporaron esta ley oral a su tradición (aunque otros grupos como los saduceos no la aceptaban). Pero los fariseos consideraban que esta tradición tenía la misma autoridad que la Ley en el Antiguo Testamento.

Posteriormente esa ley oral o tradición de los ancianos se fue poniendo por escrito, algunas de sus secciones, en uno de los escritos de gran relevancia para los judíos “la mishná”.

¿Qué les condena el Señor?

Les condena que ellos movido por sus razonamientos habían desplazado el mandamiento y lo habían sustituido por su tradición.

La ley de Moisés en el Antiguo Testamento tiene 613 mandamientos. Pero con el decursar del tiempo los rabinos en este caso los maestros de la Ley fueron reinterpretando y dando nuevos aportes a la Ley, así la adaptaban a las necesidades de su tiempo.

Jesús les dice que el mandamiento en la Ley ordenaba que los hijos tenían la obligación de cuidar a sus padres en la vejez y tratarlos con respeto y gratitud. Sin embargo, los líderes religiosos enseñaban que un hijo podía usar la tradición oral para no ayudar a sus padres. El colmo de su hipocresía es que estaban tratando de usar la Palabra de Dios como excusa para no cumplirla.

Por esa razón Jesús condena sus prácticas al decirles, que estaban “enseñando como doctrina, mandamientos de hombres”.

Después de analizar esto, podríamos preguntarnos ¿Era Jesús contrario a la tradición?

La evidencia bíblica demuestra que no, por el contrario, existe suficiente base para demostrar que Jesús y sus seguidores cumplieron a cabalidad con la tradición de su pueblo en su tiempo.

Mateo 26:17

En ese pasaje se muestra al Señor participando de la fiesta de Pascua y la fiesta de los panes sin levadura.

Estas dos fiestas que tuvieron sus inicios en la gran liberación del pueblo de Israel en Egipto, forman parte indispensable de la tradición de Israel hasta nuestros días.

Juan 7:10.

En este pasaje Jesús está celebrando otra de las grandes convocaciones de Israel, la fiesta de los tabernáculos, que también se originó durante el éxodo desde Egipto a Canaán.

Pero al demostrar que Jesús cumplía con estas fiestas las cuales eran parte de la tradición en su tiempo, algunos podrían decir que esto está dado porque formaban parte de las obligaciones del pueblo de Israel en la Ley. Eso es cierto, pero era tradición también. Sin embargo veamos otro ejemplo.

Juan 10:22-24

Juan describe que la fiesta de la dedicación se celebraba y que era invierno.

¿De qué fiesta habla Juan aquí?

Se trata de la fiesta de “Hánukka” o fiesta de las luces. La misma se celebra en Israel hasta nuestros días en el mes de diciembre.

¿Cuándo y por qué surgió esta fiesta?

Surge en el año 164 a.C. se celebra la dedicación del templo de Jerusalén hecha por Judas Macabeo.

Aproximadamente en el año 167 a.C, Antíoco IV epífanes rey de los seléucidas entró en Jerusalén y profanó el templo poniendo una estatua de Zeus en el templo y haciendo un sacrificio de cerdos en el altar, además de prohibir a los judíos la observancia de la Ley de Moisés. Esto trajo como consecuencia el inicio de una guerra, llamada la “guerra de los macabeos”. Se le llama así porque el líder judío era Judas y le pusieron por sobrenombre “macabeo” que significa “martillo”.

Tras la victoria de Judas sobre los seléucidas, el mismo, una vez liberada la ciudad de Jerusalén, entró en el templo y derribó el altar profanado por Antíoco y construyó un nuevo altar. Pero había un problema, para la dedicación del templo no tenían aceite para encender el candelabro (menorah) Entonces encontraron escondido una vasija con un poco de aceite de oliva virgen. El aceite era poco, pero con el pudieron encender las 7 lámparas del candelabro y sucedió que con ese aceite el candelabro estuvo alumbrando 8 días. Así quedó dedicado nuevamente el templo para el culto a Yahveh y desde ese día formó parte de la tradición de Israel celebrar la fiesta de hánukka, hasta la actualidad. Esta fiesta por su forma se parece un poco a la navidad, pues se decoran con luces los árboles y casas, por eso es conocida como fiesta de las luces también.

Entonces, encontramos aquí a Jesús cumpliendo con una parte de la tradición que surgió en el periodo de silencio.

De la misma forma que Israel, la Iglesia a través de los siglos de existencia ha formado su tradición. Muchas de las celebraciones que la Iglesia hoy tiene, no están reflejadas en los escritos del Nuevo Testamento, como muchas de las celebraciones de Israel que el Señor cumplió no aparecen en los escritos del Antiguo Testamento.

Es lamentable que en la actualidad algunas personas se hayan levantado en contra de la tradición de la iglesia, queriendo despojarla de su función en la misma.

Entre los elementos de la tradición que más ataques reciben, está la celebración de la Navidad y con ella el uso del arbolito de navidad y la celebración de Semana Santa y el uso de la cruz en los templos.

¿Qué argumentos usan quienes se oponen a estas celebraciones?

Según ellos, la principal razón es que estas celebraciones fueron precedidas por fiestas paganas o tienen alguna conexión con prácticas paganas en el pasado.

  • Navidad y el arbolito navideño.

La Navidad es una de las celebraciones cristiana que más ataque ha recibido por quienes se oponen a la tradición de la Iglesia. Dentro de esta celebración también se ataca el arbolito, el cual es una representación de dicha celebración.

Sus detractores alegan que la navidad no se debe celebrar porque tanto la fiesta como el arbolito proceden de celebraciones paganas.

Antes de hacer cualquier juicio, es necesario conocer las razones por las cuales la Iglesia instituyó estas celebraciones aboliendo con ellas antiguas celebraciones paganas.

Primeramente la navidad es la fiesta cristiana que celebra el nacimiento del Niño-Dios, Jesucristo.

Esta fiesta abolió la celebración pagana de festejar el “día del sol invicto”.

¿Por qué la Iglesia hizo esto?

En los primeros siglos de historia de la Iglesia no hay registro de que se celebrara la Navidad. La posible razón estaba dada en que en esas épocas se celebraba el cumpleaños del emperador romano y los cristianos quizás no querían que Jesús pareciera un emperador. Pero en el siglo IV sucedió algo que obligó a la Iglesia a buscar una fecha que representara el nacimiento del Señor.

Apareció una de las herejías más terribles que atacaba directamente la divinidad de Jesús. Esa herejía es conocida como “arrianismo”, su fundador se llamaba Arrio, quien fue ordenado en el año 311 en la ciudad de Alejandría.

Arrio enseñaba que Jesús no era realmente Dios, según él, era una persona extraordinaria, maravillosa, perfecta, pero no era Dios mismo. En su enseñanza predicaba que Dios había creado a Jesús para que lo ayudara a salvar a la humanidad. Debido a su ayuda, Dios le dio el título de “Dios”, pero no era verdadero Dios desde su nacimiento, sino que llegó a serlo después de adulto gracias a su misión cumplida en la tierra.

Esta teoría de Arrio arrastró a muchas personas, por lo que fue necesario por parte de la Iglesia convocar un concilio para analizar semejante herejía.

El 20 de mayo del año 325 en la ciudad de Nicea se reunieron unos 300 obispos de todo el mundo. Allí se condenó a Arrio como hereje, y se condenó el arrianismo como doctrina herética.

En este concilio quedó establecido el llamado credo de Nicea, que dice así:

“Creemos en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no creado”.

Pero Arrio no se dio por vencido y siguió pregonando sus malas enseñanzas. Por lo que era necesario hacer algo para frenar la herejía y poner en alto el mensaje de la divinidad del Señor desde su nacimiento.

En ese entonces gobernaba la Iglesia Julio I, y este hombre entendió que si celebraba el nacimiento del Señor sería una forma rápida y eficaz de frenar la herejía de Arrio. Con la celebración del nacimiento del Niño Dios, las personas comprenderían que Jesús es Dios desde su nacimiento y no después de grande como enseñaba el arrianismo.

La cuestión radica en que fecha tomar para dicha celebración. Ya en siglos anteriores algunos teólogos de la Iglesia habían sugerido algunas, pero nadie sabía con exactitud cual fuera la fecha correcta. Por ejemplo Clemente de Alejandría en el siglo III decía que era el 20 de abril, Epitafio sugería el 6 de enero. Otros proponían el 25 de mayo y había quienes sugerían el 17 de noviembre.

Entonces Julio I ante la falta de datos para fijar la fecha, tuvo una idea genial, tomó la fecha en que se celebraba una fiesta muy popular en el contexto romano llamada “el día del sol invicto” y sustituirla por la celebración del nacimiento de Jesucristo.

¿Por qué hizo esto?

En el hemisferio norte en oriente a medida que se va acercando diciembre los días se tornan más cortos y el sol brilla con menos fuerza. El día 21 de diciembre se registra el día más corto del año y la gente en su ignorancia creían que el sol podría desaparecer y ellos quedarían a merced de las tinieblas y el frio hasta morir.

Pero a partir del 22 de diciembre los días se van alargando nuevamente y así el sol aparece con mayor fuerza. Por esa razón las personas tomaron el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del sol invicto.

¿Por qué la Iglesia tomó esa fecha?

Es sencillo, para los cristianos ¿Quién es nuestro sol?

Los cristianos comenzaron a predicarles a las personas en aquel entonces diciéndoles que Jesucristo es la Luz verdadera, Él es nuestro verdadero sol. La Biblia así lo afirma.

Apocalipsis 21:23 “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brille en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el cordero es su lumbrera”

Además de esto, también se alegaba que Jesús al morir fue sepultado tres días, muchos creían que no se levantaría y que estaría perdida para siempre la humanidad, pero al tercer día Jesús resucitó y su luz derrotó las tinieblas del pecado.

Escoger el mismo día de la fiesta del sol invicto para celebrar el nacimiento de Jesucristo, fue una vía certera para destruir una celebración pagana y así sin palabras decirle a la humanidad, el verdadero sol invicto no es ese que adoran, sino aquel que vino para destruir las tinieblas del pecado y la muerte y darnos la vida eterna, Jesucristo.

  • El arbolito de Navidad.

Dentro de la Navidad se acostumbra a poner un arbolito que sin palabras anuncia esta celebración.

Sin embargo en muchos lugares se ha atacado esta tradición y algunas personas sacan de los templos y casas los arbolitos, alegando que proviene de un contexto pagano.

¿Cuándo surgió esta tradición y por qué?

El árbol de Navidad viene para eliminar una vieja tradición pagana de los germanos, los cuales creían que la tierra y los astros dependían de un árbol gigantesco. Así ellos hacían fiesta alrededor de un roble que representaba según se dice al dios odin.

En el año 740 Bonifacio el evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó ese roble y en su lugar puso un pino, enseñando que el pino representaba el amor eterno de Dios.

Al pino le puso velas y cada uno de los objetos que se decoran en el arbolito tiene un paralelismo con la enseñanza bíblica:

    • El pino representa el amor eterno de Dios y la vida eterna.
    • Las luces representa la luz que emana Jesús y la gracia divina.
    • Las bolitas que lleva el árbol representa los dones que Dios da a los hombres.
    • La estrella representa la fe que guía nuestras vidas.
    • Las cintas y moños representan la unión familiar y la presencia de nuestros seres queridos alrededor de nuestros dones.
    • La forma de triángulo del árbol representa la divina Trinidad.

Como vemos, el arbolito de Navidad nos aporta una buena forma de predicar el Evangelio. Lejos de ser un problema, es una gran bendición para la iglesia.

  • Semana Santa y la Cruz.

Otra celebración cristiana que no ha quedado fuera del ataque de quienes se oponen a la tradición de la Iglesia es Semana Santa.

Sus detractores alegan que su origen proviene de una celebración pagana, la cual se originó en Babilonia al dios tamuz, quien era conocido como el hijo del sol y la luna.

Dejando a un lado todos esos argumentos sin sentido, nos preguntamos:

¿Qué celebramos en Semana Santa?

Cada día de la celebración se da especial atención a lo que Jesús hizo y enseñó la última semana de su ministerio terrenal. Esto no es algo que nosotros inventamos, sino que la tradición de la Iglesia lo que hizo es transmitir lo que el Evangelio enseñó.

Si analizamos, en los Evangelios se da especial atención a esta semana. Lo que Jesús hizo en esa semana ocupa más de un tercio de cada Evangelio:

    • En Mateo se le dedica desde el capítulo 21 hasta el 28
    • En Marcos se le dedica desde el capítulo 11 hasta el 16.
    • En Lucas se le dedica desde el capítulo 19 hasta el 24
    • En Juan se le dedica desde el capítulo 12 hasta el 21.

Es tan importante lo que Jesús hizo esta semana que los Evangelios así lo demuestran. Por eso Semana Santa representa una de las celebraciones más importante en la tradición cristiana.

  • La Cruz.

El colmo es que algunas personas hoy en día quitan la cruz de los templos alegando que representa una antigua tradición pagana, la t de “tamuz”.

¿Qué dice la Biblia de la cruz?

Primero, la cruz significa el sacrificio tanto el que Dios hizo por nosotros, como el sacrificio nuestro al seguir a Jesús. Mateo 16:24.

Segundo, la predicación de la cruz fue locura para los judíos al escuchar que se podía recibir la salvación sin las obras de la Ley, solo creyendo en Jesús y su sacrificio en la cruz. 1 Corintios 1:18.

Tercero, el mensaje del sacrificio de Jesús en la cruz es símbolo de unidad y destrucción de las enemistades. Efesios 2:14-16.

¿Dónde radica el problema?

Que muchas de las celebraciones cristianas sustituyeron viejas celebraciones paganas, aboliéndolas y en su lugar establecieron la predicación del Evangelio. Preguntamos ¿Esto es malo?

¿Qué hace el Evangelio en el ser humano?

No es acaso algo similar.

Podemos entender que el Evangelio convierte a un pagano en un cristiano, y no podemos entender que de esa misma forma la fe en Jesucristo, no solo transforma al ser humano, sino, que también cambia su cultura, su contexto.

Si van a usar esos argumentos porque existieron en la antigüedad, celebraciones provenientes del paganismo, entonces: ¿renunciarán también a predicar de la creación o el diluvio? Por la sencilla razón que existen relatos similares en la cultura de los caldeos.

La mejor respuesta la tenemos en el testimonio de nuestra Iglesia Metodista en Cuba. Si analizamos la iglesia que tenemos, con la misma iglesia hace 30 años atrás, vemos una gran diferencia.

Hace 30 años atrás no se permitían  el uso de tambores en los templos, porque las pocas personas que teníamos decían que esos instrumentos eran usados para cultos al diablo en la santería.

No se aceptaba que se ministrara experiencias con el Espíritu Santo, porque las manifestaciones como caídas, hablar en lenguas y otras, se parecían a lo que algunos veían en centros espirituales y por ello la gente tenía miedo involucrarse en algo que desconocían.

Pero ¿Qué iglesia teníamos 30 años atrás? Era una iglesia raquítica, con templos vacíos y cultos celebrados sin música, ni danzas, porque eso era cosa del mundo.

Si lo que está sucediendo ahora con el matrimonio igualitario hubiese sido 30 años atrás, la iglesia no hubiese podido hacer nada, nos hubieran pasado por arriba.

¿Qué hizo la Iglesia Metodista en estos 30 años?

Se preocupó por que las personas se conviertan y cambien.

Pero también trabajo en convertir y transformar la cultura cubana. Hoy nuestros tambores suenan distintos a los que usan en la santería, y aunque son instrumentos similares, los nuestros dan alabanzas al Dios vivo.

Hoy el Espíritu Santo ministra abiertamente en nuestros cultos y por ende los templos están llenos de vidas que vienen a ser revestidos del poder de Dios.

Hoy nuestra gente se goza, canta y baila para Dios, porque la Biblia así lo enseña.

Por otra parte, si las personas no celebran Navidad, y quitan los arbolitos. Si no celebran Semana Santa y quitan la cruz, por aludir que en algún momento sustituyeron practicas paganas y por ende ellos opinan que no pueden mezclarse con nada que en un momento fue precedido por algún tipo de práctica proveniente del paganismo, entonces son hipócritas. Porque todos los días se levantan y acuestan con objetos que en sus inicios provenían del paganismo. Veamos algunos ejemplos:

    • La corbata: Tiene un origen pagano, representa a la diosa Osiris, señora de las pirámides. Pero además el origen de la corbata está ligado a un complemento de connotación sexual. En las religiones paganas se celebra el culto a la fecundidad, en todas tienen un dios de la fecundidad y su culto era una orgía sexual. La corbata como tal representaba el miembro viril masculino (el pene) y la portaba tanto hombres como mujeres.
    • El anillo: Esa prenda que hoy es usado por todos como un símbolo de amor eterno que se juran las parejas al casarse, también provienen de un contexto pagano. En Egipto los hombres usaban el anillo en una ceremonia para controlar los espíritus en la mujer.
    • El pantalón: también tiene un origen pagano. En la antigüedad los hombres usaban túnicas. Según se dice los primeros que emplearon esta prenda fueron los celtas hace unos 2600 años atrás. Su nombre se origina, según algunos estudiosos por el apodo que se les dio a los venecianos que usaban unos calzones largos en honor al santo que veneraban, quien era conocido con el nombre de “pantaleon”.

Entonces, después de ver estos ejemplos, si esas personas renuncian a la tradición por todos los elementos expuestos en este estudio, tendrían que salir de los templos y volver a las catacumbas, tendrían que dejar de usar pantalones y volver a vestir con túnicas.

Para terminar, quiero hacerlo meditando en el texto de Hebreos 12:1:

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”.

Sin entrar en un análisis exegético del texto, solo quiero detenerme en una palabra “asedia”.

Para ello, es necesario definir primeramente que entendemos por “pecado”, lo cual según Santiago “saber hacer lo bueno y no hacerlo, es pecado”.

La frase “que nos asedia” se traduce del griego “euperistatos”, pero como es la única vez que aparece este vocablo, es necesario buscar su significado en uno muy parecido el cual es “euperispastos” y significa “que nos distrae fácilmente” también se puede entender “que nos bloquea”, “acorrala”, “encierra”, etc.

El significado principal es “que nos distrae fácilmente”, precisamente eso es lo que está pasando en esas personas que opuestos a la tradición hoy atacan las grandes celebraciones de la Iglesia. Mientras están distraídos en esos asuntos sin fundamentos, están dejando de correr la carrera y de hacer lo que el Señor nos ordenó en la gran comisión.

Como metodistas, somos fieles a nuestra tradición, porque toda ella está respaldada en las Sagradas Escrituras. Creemos que la tradición de la Iglesia es el medio por el cual nosotros transmitimos la doctrina del Evangelio a las próximas generaciones, y haciéndolo así, aseguramos que la fe en Jesucristo siga viva de una generación a otra. Amén.

Rev. Javier Díaz, PhD.