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¿Qué hacer en la casa?

En estos días todos hemos sido movidos a permanecer confinados en nuestras casas a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, ahora comenzamos a buscarle sentido a esta situación y en parte se remueven las costumbres de asistir sistemáticamente a los templos.

¿Qué podemos hacer en este tiempo?

Podemos ver en el Nuevo Testamento lo fructífero que era compartir el evangelio en las casas. La iglesia del primer siglo en adelante por más de 200 años se reunía en casas compartiendo la palabra, el pan y las oraciones, hasta que después del año 325 el emperador romano Constantino comienza a dar libertad de culto a los cristianos y años después es Teodosio I quien reconoce al cristianismo como religión oficial del imperio. Comenzando así una época de auge donde se construyen templos y los templos que antes servían a otros cultos son dedicados para el cristianismo. Ocasión en la cual se revierte el modelo de iglesias en las casas para pasar a iglesias en los templos.

Después de la reforma protestante iniciada en 1517, comienza una nueva oleada de persecuciones contra los cristianos protestantes lo cual provoca el resurgimiento de pequeños grupos cristianos que se reúnen en casas.

Así también es el origen del movimiento metodista que desde la propia casa pastoral de los Wesley se daban cultos familiares a los que luego se sumaron vecinos y familiares. En este caso Susana la madre de los Wesley es una experta en esta modalidad.

La propia experiencia espiritual de Juan Wesley ocurrió en una casa donde se reunía un pequeño grupo.

Así se difundió luego el metodismo en casas que más tarde se tornaron en iglesias en locales rentados o transformados para este fin.

Sin embargo, la obra evangelizadora en el mundo entero tiene su mayor fortaleza en los grupos pequeños que se reúnen en casas para compartir la fe y el discipulado.

Tal vez resulte interesante el hecho de que la iglesia salga del templo y llegue a los hogares con un mensaje de fe, de esperanza y de salvación.

Aquí les sugiero algunos textos que le pueden motivar y de los cuales pueden sacar provecho para este tiempo.

Mateo 8:14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.

Mateo 9:10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.

Mateo 9:28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.

Marcos 2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

Marcos 7:17 Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola.

Hechos 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,

comían juntos con alegría y sencillez de corazón.

Hechos 5:42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Hechos 8:3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

Hechos 10:22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.

Hechos 12:12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

Hechos 16:32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

Hechos 16:40 Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.

Hechos 20:20-21 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Romanos 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.

1 Corintios 16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.

Colosenses 4:15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.

Filemón 1:1-2 Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa.

Les animo a que puedan aprovechar la oportunidad de compartir el evangelio y de brindar un mensaje de fe y de esperanzas a un pueblo que espera que solo un milagro les libre de este padecimiento.

Rector: Rev. Enoel Gutiérrez E

Rev. Enoel Gutiérrez. E.