¿Quiénes somos?
La iglesia Metodista está presente en Cuba desde finales del siglo XIX bajo la dirección de la Iglesia Metodista Unida. En febrero del 1968 se declara la autonomía de la Iglesia Metodista en Cuba, IMECU.
Desde octubre del 1946 se inicia el Seminario Evangélico de Teología como parte de un acuerdo entre las iglesias Metodista, Presbiteriana y Episcopal.
En el año 2006 se separa la Iglesia Metodista de dicho seminario y se funda el Seminario Evangélico Metodista (SEM), en la Habana.
Los valores centrales
El SEM es un organismo supeditado a la Iglesia Metodista en Cuba (IMECU) y responde a los intereses educativos de la misma.
Tenemos como valores el supremo compromiso de proclamar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo en todo el territorio nacional, haciendo uso de la Biblia como máxima regla de fe y conducta. Somos de tradición wesleyana y entendemos que nuestras doctrinas y prácticas están en total armonía con la palabra de Dios.
Tenemos relaciones fraternales con todas las iglesias de Cuba y con los seminarios e instituciones educativas. Somos miembros fundadores de la Agencia Cubana de Estudios Teológicos ACET. La cual es miembro de CETA.
Objetivos y Metas
Responder desde el punto de vista de la educación teológica a las necesidades y solicitudes de la IMECU, en favor de la formación bíblica teológica del liderazgo y la iglesia en general.
Ofrecer una educación teológica de excelencia con un alto nivel y calidad para el liderazgo de la iglesia en diferentes niveles de enseñanza, con el fin de que alcancen una formación integral y eleven el nivel de competencia para los ministerios en que sirven.
Ofrecer equipamiento y entrenamiento a los líderes de la iglesia con lo cual puedan ser más efectivos y aplicar el ejercicio práctico a su ministerio acorde con las necesidades de la sociedad actual.
Proveer programas educativos de postgrado para pastores y líderes de la iglesia en correspondencia con las demandas actuales de la iglesia.
Fortalecer los principios y valores morales y éticos de los líderes de la iglesia en correspondencia con los principios bíblicos, espirituales y la tradición de la iglesia, para dar respuestas a los desafíos de la sociedad actual.
Fortalecer e incrementar la formación espiritual de los estudiantes a fin de lograr el derramamiento de la plenitud de vida en Cristo en servicio a la misión de Dios.